Que el españolismo en Catalunya tiene poca fuerza y una capacidad de acción casi nula no es ninguna novedad. Sí que lo es, sin embargo, los episodios cainitas que protagonizan de vez en cuando y que parecen dejar en un juego de niños las discrepancias que tienen las formaciones independentistas. El último capítulo se ha producido este mismo lunes, cuando el grupo municipal de Barcelona pel Canvi, que creó el ya ausente Manuel Valls, ha anunciado un cambio de nombre -pasará a llamarse Valents- para dar el salto a la política catalana.

Lo más curioso es que, además de tener en cuenta el hecho de que ya en sus inicios se separó del grupo de Ciutadans, la formación está liderada en el Ayuntamiento de Barcelona por la concejala Eva Parera, que al mismo tiempo es diputada en el Parlament por el PP.

Si bien eso ya suponía un choque de intereses, ya que los populares también tienen representación en la capital catalana con el polémico Josep Bou al frente, ahora con este cambio de nombre todavía lo es más. Y es que, como se ha dicho, Valents pretende participar en la política catalana -tanto a nivel nacional como municipal- hecho que provocará, pues, la competencia con los populares a todos los niveles.

La burla de Cs

De hecho, miembros de Ciutadans como su portavoz en el ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, Dimas Gragera, ya se han burlado de todo el asunto. "Esto es buenísimo; el PP tiene en sus filas a una diputada que anuncia que crea un partido para competir con el PP", ha escrito a través de un tuit.

En el olvido parece que quedarán los sueños húmedos de algunos constitucionalistas que con toda la buena fe del mundo todavía están presentando por todo el Estado un manifiesto para que los tres (o cuatro) partidos españolistas -e incluso el PSC- se presenten juntos a las elecciones catalanas.