“Que el gol haya sido una combinación de Iniesta, de Albacete, y de Piqué, catalán, es una combinación de Castilla-la Mancha y Catalunya perfecta”.

El ministro en funciones y candidato al Congreso por el PP, Jorge Fernàndez Díaz, ha convertido el gol de Piqué en la metáfora que explica a la perfección la comunión de los pueblos de España. Lo ha dicho delante de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en la casa de Cuenca de Barcelona donde el equipo de campaña y Cospedal han seguido el partido de la selección española contra la República Checa.

En el comedor de la casa regional, llena hasta la bandera, ha empezado el partido con una mezcla de público curiosa: mesa presidencial con el ministro (Alícia Sánchez Camacho, Dolors Montserrat, Albiol...), pequeños grupitos de jóvenes militantes del PP y socios de la casa regional con banderolas españolas. Todo controlado por un pelotón de periodistas y cámaras.

Después de una primera parte más que aburrida, el ministro ha advertido durante el descanso: "Cuando perdonas demasiado, acabas perdiendo. Pero hemos sido superiores”.

Cospedal, talismán

La secretaria general del partido ha llegado en la segunda parte y ha sido, por los pelos, el talismán del ministro que, contenido, lamentaba los errores y falta de acierto de La Roja. Su hermano y concejal del Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, ha vivido el minuto a minuto con más intensidad.

Cospedal, que según el ministro “entiende de fútbol”, se ha sentado a la derecha de Jorge Fernández. No han parado de charlar durante todo el partido. La conversación sólo se ha interrumpido por los intentos de La Roja de hacer entrar la pelota en la portería. Y el milagro ha llegado de la combinación de la química manchego-catalana (Iniesta-Piqué) y, ahora sí, la alegría y los cánticos han hecho acto de presencia en la sala.

 

El gol ha encendido la mecha de la pasión y se ha intensificado cuando la cámara ha enfocado al Rey: “¡Viva el Rey!”, han entonado.

Preludio del debate

“Espero que esta victoria también sea el preludio del debate de esta noche. Hoy es un día muy mediático. Espero que dentro del contraste de ideas, el ganador sea Mariano Rajoy”, ha apuntado el ministro una vez ha acabado el partido. El ministro también ha agradecido a Cospedal su visita: “Nos da mucha moral que nos acompañes”, le ha dicho.

Escrache de la PAH

Mientras el ministro y la secretaria general del PP atendían a la prensa en el interior de la Casa de Cuenca, una veintena de activistas de la PAH se han concentrado a la entrada del centro. Los miembros del partido han salido en dos turnos: primero Cospedal y Sánchez Camacho, después el ministro.

 

“El próximo desahucio será en La Moncloa”, han gritado los activistas que han escoltado al ministro hasta el coche oficial. Jorge Fernández les ha lanzado un beso antes de entrar en el coche.  

La calma

Después de la accidentada salida de los líderes del PP, el centro ha quedado vacío. Mientras los periodistas acababan las crónicas, los socios de la casa regional han empezado a recoger la sala para el próximo acontecimiento.

Cándida remueve arriba y abajo y explica, con la bandera española en la mano, que llegó en el 63 a Barcelona: “Soy de Castilla la Mancha y vivo en Barcelona”, le dice a un correligionario.

“¿Y está contenta con la visita del ministro y de Cospedal?", pregunta la cronista.

“Seeehh –contesta con la boca pequeña– pero es que sólo vienen cuando hay elecciones”. Acto seguido, explica que de jovencita se enfadó cuando, en las primeras elecciones democráticas, recibió una carta de Fraga donde le decía “querida amiga”. “¡Qué caray! Si llevaba años en el gobierno y no me conocía de nada...”.

Esta reflexión de Cándida también es una metáfora. La metáfora de lo que, para muchos, es una campaña electoral.