Los servicios jurídicos de la Generalitat han pedido tres años y diez meses de prisión contra un joven por disturbios en el parque de la Ciutadella de Barcelona el 30 de enero del 2018 después de la investidura fallida de Carles Puigdemont como president de la Generalitat. La fiscalía, por su parte, pide tres años de prisión por los mismos delitos: desórdenes públicos y atentado contra la autoridad.

Según los dos escritos de acusación, en los cuales ha tenido acceso la ACN y que son casi idénticos, hacia las 13 horas del 30 de enero se concentraron en torno a la Ciutadella miles de personas en protesta por la anulación del pleno que tenía que investir Puigdemont, después de que el Tribunal Constitucional vetara la votación. En el momento de máxima afluencia había unas 5.000 personas en el paseo Lluís Companys y unas 2.700 en la avenida Marquès d'Argentera. Hacia las 16 horas apareció un "grupo que agitó la masa de concentrados y provocó momentos de tensión" con los Mossos.

Entre los concentrados hubo personas que forzaron las cadenas que cerraban al menos tres de los accesos al parque, cosa que permitió que centenares de personas superaran los mossos antidisturbios que custodiaban los accesos. Muchos manifestantes movieron las vallas metálicas de seguridad, saltaron los muros perimetrales y se enfrentaron con los antidisturbios, cosa que obligó a reforzar los accesos al parque con más agentes y vehículos policiales.

Ruptura del perímetro

Hacia las cuatro y cuarto de la tarde, había entre 1.000 y 1.500 personas que habían accedido al parque y se dirigían al Parlament, aunque no pudieron acceder porque había otro perímetro de seguridad, vallas metálicas y más agentes.

"La hostilidad de los que habían conseguido entrar en el parque se incrementó y se produjeron empujones y lanzamientos de objetos contra los efectivos policiales, provocando que los agentes de la Brimo se tuvieran que proteger de las acciones de los concentrados y restablecer el orden público haciendo algunas cargas y usando las defensas", continúan los dos escritos de acusación.

En este marco, un joven, vecino de Solsona, estaba cerca del parque con un casco de moto integral puesto y un soplido que le tapaba la cara, acompañado de numerosas personas. Según las acusaciones, el joven colocó una cuerda en una reja del parque para que la gente pudiera taladrar y acceder a la Ciutadella, cosa que unas cuantas personas pudieron hacer. Hacia las 17.35 horas, el joven dio golpes a una cadena de la reja con un martillo. En aquel momento fue descubierto por dos mossos de paisano, que se identificaron y le ordenaron que dejara de hacerlo.

El joven no les hizo caso y fue alejado de la puerta por los dos policías. El joven pasó el martillo a un hombre, dio una patada y un empujón a uno de los agentes e intentó huir corriendo, aunque fue atrapado por los policías. Las cadenas de la puerta no sufrieron desperfectos apreciables.

Críticas de los CDR

Los CDR han criticado estas peticiones de condena, sobre todo por parte de la Generalitat, ya que "no sólo no se ha restituido el Govern, sino que además se pretende llevar a prisión aquellos que se movilizaron siguiendo sus consignas".

En un comunicado, los CDR y Alerta Solidària consideran que la Generalitat actúan penalmente contra el joven para "acabar de imponer el silencio que tanto les incomoda". "Es el mundo al revés capitaneado por los que no han sabido dirigirse ni un solo momento a la ciudadanía con la sinceridad y transparencia que el momento reclama", continúa el comunicado, y añade que "es la evidencia del paso del Govern efectivo en el Govern represivo", criticando especialmente al president de la Generalitat, Quim Torra, y el conseller de Interior, Miquel Buch.