Dicho esto, aquí se acabaría este comentario sobre las portadas del diarios impresos de Madrid de este martes. Pero vale la pena comentar al menos la capacidad taumatúrgica, milagrosa, sobrenatural, de toda la multicolor prensa de la derecha (El Mundo, ABC, La Razón) para pronosticar y juzgar las intenciones y la conciencia del presidente del gobierno español, que quiere hacer una reforma exprés de la Constitución para limitar el aforamiento de diputados y senadores a actuaciones fuera de su actividad política, cosa que no afectaría a cargos públicos en el ejercicio de sus funciones, como tampoco a los jueces ni a los miembros de la Casa Real. Un reformita, vaya.
Pues bien, según El Mundo, quiere hacerlo para esconder el fiasco de su tesis doctoral. Para ABC, en cambio, se trata de una huida hacia adelante y detalla una lista de calamidades causadas por el líder socialista (entre ellas la tesis, claro que sí). La Razón, en cambio, atribuye la pulsión reformadora de Sánchez a su afán de imputar al nuevo presidente del PP, Pablo Casado, encausado por su master en la universidad Rey Juan Carlos.
Las manías habituales
El caso es que a la hora de cerrar esas portadas, nadie sabía todavía en qué consistirá exactamente la reforma de la cosa. Es decir, que esos titulares que ahora mismo se han resumido no se basan en ningún hecho específico, concreto, determinado. Como es obvio que esas portadas no las han hecho los del horóscopo, no sería extraño que se hayan editado decidiendo primero cuál sería el peor motivo –el más ruin y miserable– de Sánchez para proponer esta reformita y después procurar que encaje en un titular. A la vista de los resultados, es fácil imaginárselo como una subasta, donde los presentes en la reunión de portada van haciendo propuestas a ver quién la dice más gorda.
La idea de que subyace en todas estas portadas es que Pedro Sánchez es un peligro. Imposible que proponga esta reforma porque –por decir un motivo cualquiera– lo llevaba en su programa electoral.
Con respecto al resto de los temas de portada, cada diario se pega a los que ha ido fabricando en días anteriores.
ABC insiste con el plagio –no demostrado– de la tesis doctoral de Sánchez. Como no han podido o sabido encontrar pruebas para sostener su acusación, han puesto en marcha a su batallón de opinadores: José María Carrascal ("Tesis sin tesis"), Gabriel Albiac ("De plagio y de plagios"), Isabel San Sebastián ("¡Váyase, señor Sánchez"!), etcétera.
El Mundo, desde este lunes, tiene un nuevo juguete: un informe de la Alta Inspección del Ministerio de Educación sobre los libros de texto cuya conclusión –¡sorpresa!– es que en las escuelas de Catalunya se adoctrina. En realidad, el informe es una revisión de algunos manuales escolares. "A la vista de la falta de rigor de los textos, el gobierno [español] no puede asumir sus contenidos ni los hará públicos, como tampoco los asumió ni hizo públicos el Ministerio anterior [del PP], que los encargó," dice la respuesta del Ministerio, que puede leer en el mismo diario si quiere saber el detalle de la "falta de rigor" del informe.
El tema de La Razón es que se aplique de nuevo el 155 a Catalunya, como dice en su editorial. En plan Minority Report castizo: "como herramienta constitucional para frenar procesos de abierta ilegalidad antes de cometerse, a sabiendas de que la Generalitat persiste en el delito". Eso incluiría intervenir escuelas, Mossos y TV3, además de nombrar "un Govern en funciones de amplia representación" –es la idea de que tenía el golpista general Armada para el 23-F de 1981: hay tradiciones que no cambian.
La Razón también se apunta a todas las causas restantes, siempre que sean contra Sánchez. Por ejemplo, con respecto a la dichosa tesis, destaca a un par de brigadas chusqueros a la trinchera: Alfonso Ussía ("El plagión") y Eduardo Inda ("Lo que nos jugamos en el tesisgate"), que vienen a decir, con más o menos desgracia, lo que ya imaginas.
El País sigue con su nuevo viejo estilo de titulares que explican cosas que pasan. Bien. En el editorial pide a Sánchez que se tome con un poco de pausa eso de eliminar los aforamientos. El diario es razonablemente escéptico –Sánchez necesita los votos del PP para reformar la Constitución (¡un hecho!)– y dice incluso que "la decisión de que pueda tomar la Cámara, si se que toma alguna...", para concluir que "nada habría que objetar al hecho de que el presidente Sánchez quiera desenmascarar las argucias políticas que sus adversarios han seguido contra él, recurriendo más a los climas de opinión que a informaciones contrastadas. Sí, a que se valga de la Constitución para ello".
El editorial es todo un contraste con la tribuna que el lunes publicaba su exdirector-fundador, Juan Luis Cebrián, donde pide elecciones en la penúltima frase. "Los partidos políticos que iluminaron el sistema constitucional vigente, hoy amenazado [...] mejor [les] sería percibir los daños colaterales de su gestión y tratar de atajarlos recurriendo cuanto antes al veredicto de las urnas".
Donde todos están de acuerdo es en el caso del rapero Valtònyc. Espeso silencio. ¿No ha vuelto un tribunal belga a tumbar a la justicia española al denegar su extradición? Sí, pero meh, no va en portada (salvo en El Mundo y El País, que le dedican un recorte) y para encontrar el tema debes bucear muy al fondo de las webs. Como pasaba en otros tiempos, tienes que ir a buscar en la prensa extranjera –catalana incluida en este caso.