Pedro Sánchez ha sido fuertemente abucheado este lunes en Sevilla. El presidente del Gobierno participaba en la colocación de la primera piedra de la segunda línea del metro de Sevilla. Ha coincidido en este acto con el presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, motivo por el que el barón del PP no ha participado en el nuevo aquelarre de su partido contra la amnistía en el Senado. El caso es que el líder socialista se le ha hecho muy difícil intervenir en el acto, porque el griterío de los asistentes en el acto era tan atronador que se colaba en medio de su discurso. "¡Fuera, fuera!", le han chillado los manifestantes en el primer acto.

 

El caso es que Sánchez ha hecho otra intervención más tarde, en otro punto de la ciudad, para hacer un anuncio sobre vivienda. Y allí también han hecho acto de presencia manifestantes contrarios al ejecutivo del PSOE. De hecho, los gritos provenían de los balcones de los edificios donde el líder socialista pronunciaba su discurso. "A ver, escuchadme, escuchadme, que tengo cosas que decir," ha llegado a decir el presidente del Gobierno a los vecinos que interrumpían su discurso; después de haberlos observado con una sonrisa de oreja en oreja.

Ha sido precisamente en este segundo acto cuando Pedro Sánchez ha hecho un anuncio sobre vivienda. Ha explicado que este martes el Consejo de Ministros estudiará un informe elaborado por el Ministerio de Vivienda para revocar la 'golden visa' por la compra de una vivienda. Es decir, la obtención automática de la residencia española para los ciudadanos no comunitarios que inviertan 500.000 euros o más en bienes inmuebles. "Iniciaremos el procedimiento para eliminar la concesión de la 'golden visa', y tomaremos las medidas necesarias para garantizar que la vivienda sea un derecho, y no un mero negocio especulativo", ha dicho el presidente español. Según informa la Moncloa, en los últimos 10 años el Estado ha concedido 10.000 autorizaciones de residencia por la vía de la llamada visa de oro.

El gobierno de Mariano Rajoy activó en el 2013 la 'golden visa' que otorga la residencia española a aquellas personas que inviertan un mínimo de 2 millones de euros en deuda pública, 1 millón de euros en acciones o depósitos bancarios, o 500.000 euros en vivienda. El actual presidente español ha recordado que hoy en día 94 de cada 100 'golden visa' otorgadas están vinculadas a la inversión inmobiliaria, y se concentran en ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Baleares o Valencia, "precisamente las ciudades que se enfrentan a un mercado de vivienda altamente tensado donde es casi imposible encontrar una vivienda para los que ya viven allí".

"La inversión especulativa en vivienda no es la España que queremos", ha remarcado el líder socialista durante su discurso, porque "es un modelo que nos conduce al desastre y a una desigualdad fruto de la inaccesibilidad de los jóvenes y familias para conseguir una vivienda". Según Sánchez, su gobierno quiere poner la "alfombra roja" a los que lleguen al Estado a crear empleo, invertir en innovación y mejorar el tejido productivo, "y no en los que simplemente buscan especular con un bien como la vivienda".