Los sospechosos habituales del PSOE vuelven a salir de la cueva. Ahora ha sido por el concepto que contempla la nueva ponencia del PSOE, la "España multinivel" para dar una nueva salida a la cuestión territorial. Se debatirá en el congreso del partido de octubre, pero el término ya ha levantado ampollas en barones como Emiliano García-Page, que lo ha rechazado rotundamente. "Ahora la gente se inventa cada día un término", ha ironizado el presidente de Castilla-La Mancha, que ha dejado clara su posición: "España es lo que pone la Constitución y ya está".

En una entrevista en la Cadena SER este martes por la mañana, García-Page ha salido a la carga, criticando que en cuestión de derechos y oportunidades "no puede haber niveles". En todo caso puede haber "diferencias", como hay entre las provincias de Albacete y Guadalajara, ha ejemplarizado. Pero no "multinivel" entre territorios del Estado. Haciendo uso de su retórica habitual, ha asegurado que "la Constitución admite hasta un nivel de tontería política enorme", pero con unos límites. La solución para vender un nuevo encaje de Catalunya, pues, no ha calmado las aguas internas.

De hecho, el barón socialista se ha sumado a la presión para que el president Pere Aragonès asista el viernes en Salamanca a la conferencia de presidentes autonómicos, de la que se ha descolgado por priorizar los órganos bilaterales. Page ha defendido su "derecho a no ir", aunque le ha instado a hacerlo. Ha lamentado que el Govern de la Generalitat es "esclavo de su propia retórica". A pesar de todo, el castellanomanchego ve compatible sentarse a la conferencia y "mantener un diálogo con el Gobierno a otros efectos". Aunque tampoco cree que ese diálogo tenga éxito, ha admitido.

La ponencia del PSOE

Con respecto al conflicto catalán, el borrador de lo que tiene que ser la estrategia del PSOE reconoce la existencia de un "neocentralismo" que desprecia los triunfos del estado de las autonomías y constata la necesidad de desarrollar una España "multinivel moderna que permita dar salidas a situaciones como la de Catalunya". "El fortalecimiento del proyecto de España se sustenta en la promoción de los idiomas cooficiales, la sensibilidad hacia sentimientos de pertenencia diversos, el fomento del diálogo interterritorial o la cooperación leal entre administraciones", asegura el texto.

Con todo, no se exponen propuestas claras en este sentido más allá de "la agenda de reencuentro" y poner de relieve la necesidad de encontrar fórmulas para "la mejora de la convivencia en el seno de la sociedad catalana" y para "mejorar el encaje del autogobierno catalán con el resto de España". Dos cuestiones que señalan que son "de primer orden para los socialistas".