Al juez Pablo Llarena no le habría correspondido la causa del proceso soberanista, si el Tribunal Supremo hubiera respetado sus propios procedimientos relativos al reparto de los sumarios. El diario Público presenta hoy una investigación que  ratifica la información avanzada por Diario16 ​en el sentido que el Supremo preparó, desde 2016, la designación de Llarena, para un probable juicio contra los líderes catalanes aforados. En aquellos momentos Llarena dirigía la potente organización conservadora Asociación Profesional de la Magistratura. El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Supremo, Carlos Lesmes, también conservador, habría tenido un papel clave en esta trama.

El último por turno de antigüedad

El Supremo designó a Llarena para instruir el juicio de los políticos independentistas alegando el "turno de antigüedad". Pero en realidad, según este turno, Llarena era el último de la lista: tenía cinco jueces delante. El responsable de esta irregularidad habría sido el magistrado Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda del Supremo, también implicado en un turbio caso de trato de favor a su hija.

Una serie de irregularidades

Así, ya hubo irregularidades a la hora de establecer la terna que decidiría la incorporación de Llarena a la Sala Segunda del Supremo, la encargada de casos relativos a aforados. Jueces por la Democracia ya denunció que el nombramiento de Llarena como magistrado de la Sala Segunda del Supremo vulneró la ley y la Constitución, pero su demanda no fue admitida a trámite. También hubo irregularidades a la hora de aceptar candidatos para la terna y se excluyeron muchos jueces cualificados. Uno de los miembros de la comisión que escogía entre la terna ni siquiera entrevistó a los candidatos, lo que supondría otra irregularidad. El ahora ministro de Justicia, Grande-Marlaska, en algún momento se habría opuesto a estas manipulaciones.