Seis meses después de los atentados en Barcelona y Cambrils, el gobierno español todavía no ha dado ninguna explicación sobre las negligencias que se produjeron entonces sobre todo con respecto a la ocultación de información a los Mossos sobre el imán de Ripoll y su relación con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español.

La exdiputada de la CUP Mireia Boya no se ha podido privar de comentar, en un día como hoy, las jugadas del ejecutivo de Mariano Rajoy y ha relacionado la Operación Catalunya con los ataques yihadistas que sufrió Catalunya el 17 de agosto de 2017 y ha abierto una puerta a vincularlo con "terrorismo de Estado" para "decretar estado de excepción y sacar al ejército a la calle" e impedir, de esta manera, que se celebrara el referéndum del 1-O, así como con una estrategia del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena para favorecer a la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y acabar encarcelando al conseller de Interior, Joaquim Forn.

Lo ha hecho en un hilo de tuits, en qué ha denunciado que "hay una guerra interna en el PP entre Soraya y Cospedal" y recordando que "Soraya fue responsable de la Operación Catalunya con Fernàndez Díaz, pero ahora Interior es de Zoido".

Después de preguntarse por qué el conseller Joaquim Forn podría estar en la prisión, Boya ha puesto varios elementos encima de la mesa. El primero, que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, reemplazó a los comisarios en agosto, incluido José Luis Olivera, que, ha subrayado, "estuvo en la sombra del comisario Villarejo a la Operación Catalunya", y que era el director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), el organismo que tendría que haber informado a los Mossos sobre el imán de Ripoll.

Lo peor de todo, sin embargo, empieza más tarde. Una vez el presidente Carles Puigdemont anunció la fecha del referéndum para el 1 de octubre, la cupaire avisa de que "en los pasillos de Cs oímos a uno 'a partir de agosto os váis a cagar'" mientras los periodistas españoles advertían que "el Estado está dispuesto a todo a partir de agosto".

En este punto, Boya recupera un hilo suyo en Twitter de septiembre del año pasado para justificar que eso que sustenta ahora ya lo sospechaba en agosto. Entre los comentarios, decía que "ni la policía ni el CNI dicen nada porque tendrían que aclarar si el imán de Ripoll era o no un confidente suyo" y pedía que reabriera la comisión de investigación sobre la Operación Catalunya, aunque se lamentaba de que "no vendrán a explicar nada".

Ahora, sin embargo, va un paso más allá y se cuestiona si al fin y al cabo responde a una estrategia de terrorismo de Estado.

La historia continúa. Sólo una hora después del atentado en Barcelona, El Periódico aseguraba que tenía una información "exclusiva" que apuntaba que la CIA habría avisado a los Mossos de la posibilidad de un ataque a la Rambla. Una información que fue desmentida por el propio president Carles Puigdemont, el conseller de Interior, Joaquim Forn y el entonces mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero. La trama empezaba a enredarse y las dudas sobre la nota del diario citado empezaba a ser sospechosa, muy sospechosa.

Boya ya sospechaba entonces que eso estaba vinculado con la Operación Catalunya y que, para más inri, no se abrió ninguna comisión de investigación por la relación entre el imán de Ripoll y el CNI.

Un imán que estaba fichado por la policía española desde el atentado del 11 de marzo de 2004 en Atocha, pero que nunca fue imputado por esta cuestión; de hecho, sólo estuvo en la prisión de Castellón por tráfico de drogas, un delito por el cual había sido penado con 4 años y 1 mes de prisión en 2011.

Es precisamente en este punto que Boya pone de manifiesto que, según su opinión, la Europol tiene información sobre todo eso y se muestra convencida de que, al final, saldrá a la luz la verdad.

Por todo ello, la exdiputada de la CUP insiste en qué "quizás era terrorismo de Estado, un intento de decretar el estado de excepción y sacar al ejército a la calle" y sigue atando cabos señalando que eso podía ser perfectamente una "guerra psicológica a un mes y medio del referéndum, para evitarlo."

El encarcelamiento de Horno podría, pues, tener relación con esta cuestión. Boya parece tenerlo claro y así lo ha puesto de manifiesto augurando que "Llarena quizás ha encarcelado a Forn como favor a Cospedal, por venganza por agosto".