La alcaldesa de Tàrrega, Rosa Maria Perelló (PDeCAT), se ha convertido esta mañana en la primera mujer presidenta de la Diputación de Lleida, después de que Joan Reñé presentara su dimisión en el cargo hace una semana después de su investigación por una presunta implicación en un caso de corrupción. El pleno de nombramiento sin embargo, ha sido convocado con carácter urgente, hecho que ha enojado a la oposición.

Perelló, que ha conseguido la presidencia en una segunda votación con una mayoría simple de 12 votos a favor, 9 en contra y 2 nulos, ha decidido convocar el pleno de investidura inmediatamente después de la aprobación de la renuncia de Reñé, a pesar de la negativa de todos los grupos de la oposición.

Pleno no urgente

Según los portavoces de Cs, PP, PSC y ERC, el pleno de investidura de hoy no era de "carácter urgente" ya que, según ellos, la institución podía seguir con su actividad unos días más con una presidenta en funciones.

La razón de la negativa del resto de partidos a convocar el pleno de investidura hoy mismo ha sido la ausencia de dos partidos con presencia a la Diputación: Unitat d'Aran, representado por Paco Boya, que se encuentra de viaje a Colombia, y la CUP, representada por Josep Cabré pero que todavía no dispone de acta como diputado después de la dimisión de su antecesor.

Por este motivo, los diputados presentes hoy al pleno eran 23 y no los 25 que iniciaron la legislatura hace ya 3 años.

No obstante, el equipo de gobierno del PDeCAT ha decidido seguir con su propuesta de convocar hoy el pleno de investidura al considerar que "sí que es urgente volver a la normalidad".

Triste por Reñé

Ya como presidenta de la Diputación de Lleida, Perelló ha admitido sentirse "inmensamente triste" por las formas en las cuales ha tenido que irse Reñé.

En este sentido, ha asegurado que "el paso en el lado que ha hecho demuestra que para él su prioridad siempre fue el bien de la Diputación".

Paralelamente, Perelló ha agradecido el apoyo de sus compañeros de partido para iniciar esta nueva etapa y, a su vez, ha anunciado el "respeto absoluto" hacia el resto de diputados.

En el final de su intervención, Perelló ha manifestado su intención de dialogar y ofrecer una mano tendida al resto de grupos para seguir gobernando con normalidad hasta el final de la legislatura.

El portavoz de ERC, Jaume Gilabert, responsable con el PDeCAT de la mayoría de decisiones de la Diputación, ha admitido haberse sentido "mucho decepcionado" ante la posible implicación de Reñé en una trama de corrupción.

Aunque ha afirmado confiar en la inocencia del también alcalde de la Fondarella, ha abogado para "pasar página de una de las épocas más negras de la historia de la Diputación de Lleida".

Fraude político

Por su parte, Enric Colom, portavoz del grupo del PSC, ha manifestado sentirse "incómodo, ridículo y absurdo" en el pleno de investidura de hoy.

"Hoy se ha utilizado un mecanismo que, aunque legal, es de un gran fraude político", ha aseverado Colón.

También el socialista ha lamentado que no se les haya podido dar voz a los dos diputados de Unidad de Arán y de la CUP y ha advertido en Perelló de no tener "un buen inicio".

En la misma línea, Dolors López, portavoz del PP, ha definido la situación de hoy de "anómala" y ha asegurado que "hoy no empezamos una nueva etapa, sino que se trata de un gobierno continuista".

El parlamento más crítico ha venido de la mano de Ángeles Ribes, del grupo de Cs, quien ha dicho: "no tienen una manta lo bastante grande para tapar esta chapuza".

Ribes ha sido especialmente incisivo a resaltar todos los delitos por los cuales está siendo investigado Joan Reñé y ha declarado que "hoy se les ha caído la careta y hemos visto el que están dispuestas a hacer para estar en el poder".

El primer pleno de la Diputación de Lleida con Perelló como presidenta tendrá lugar a mediados de noviembre y el no lunes que viene, como estaba previsto.