El antiguo síndic de Arán Carlos Barrera ha muerto hoy a los 71 años, según ha informado el conseller cesado Jordi Turull en la red social. Barrera fue uno de los políticos históricos araneses, y fundó Convergència Democràtica Aranesa (CDA), partido asociado a CDC. Fue escogido síndic del Arán, cargo equivalente al de presidente, por primera vez el año 1995 y ocupó el cargo en una primera etapa hasta el año 2007. El año 2011 volvió a ser escogido síndic de Arán, hasta el 2019, cuando se retiró de la política activa. "Muy apenado por la muerte del exsíndic de Arán y amigo Carlos Barrera con quien habíamos compartido tantos buenos momentos, y tanto trabajo a favor del Arán y su autogobierno. Una persona alegre y muy intensa. Abrazo inmenso a amigos y familiares. DEP", ha indicado Turull.

También el Conselh Generau ha expresado su pesar por la muerte de Barrera.

Barrera, nacido en Vielha en 1950, fue trabajador de la hidroeléctrica Fecsa antes de dedicarse a la política. Empezó su carrera política aranesa cuando fue escogido concejal de Vielha en 1979, entonces bajo la sigla de Unitat d'Aran. Pero dejó este partido a raíz de la decisión de Unitat d'Aran de asociarse con el PSC. El año 1995 Carlos Barrera fue escogido por primera vez síndic de Arán ya bajo la sigla de CDA. Barrera fue síndico hasta el año 2007, cuando Unitat d'Aran ganó las elecciones al Conselh Generau con Francés Boya como cabeza de lista. Pero en el 2011 la CDA recuperó la mayoría en el Conselh y Barrera ocupó de nuevo la sindicatura, hasta el 2019, cuando después de intentar una política de neutralidad ante el Govern catalán y el Gobierno español en pleno procés independentista, recibió el castigo de las urnas.

Durante su mandato, el Parlament de Catalunya aprobó en el 2015 la nueva ley de Arán, que sustituyó la de 1990, y que fue aprobada con la única abstención de Ciudadanos (C's) después de seis años de negociaciones. La nueva normativa recogía la división territorial del Arán en seis terçons, reconocía la bandera, el escudo, la fiesta y el himno, y los derechos lingüísticos con el aranés-occitano como lengua propia y de uso preferente en las administraciones públicas, la capitalidad de Vielha, y definía las funciones del Conselh Generau d'Aran y sus órganos, y un sistema electoral por terçons. La ley también reconocía el derecho del pueblo aranés a decidir su futuro, establecía una revisión del modelo de financiación en una comisión bilateral gobierno de la Generalitat-Conselh Generau d'Aran, y preveía que el Parlament pida el reconocimiento de la autonomía política del Arán en el marco de una modificación constitucional.