Con el indulto a la vuelta de la esquina e instaladas en la torre de control del Palau de la Generalitat, Esquerra Republicana se sumerge en una reordenación interna con el PNV como fuente de inspiración. El objetivo, a partir de ahora, será separar la vertiente institucional de la orgánica. Una cosa será el partido y la otra, el Gobierno. Este lunes por la tarde, la ejecutiva ha hecho la propuesta oficial de los nuevos nombres llamados a controlar la cúpula, que tendrán que ser validados en un consejo nacional este sábado. Uno de los movimientos más destacados, lo ha avanzado ElNacional.cat: el cambio de Sergi Sabrià por Oriol Lladó. Dos de los referentes de ERC en el anterior gobierno que ahora han quedado fuera, Vergès y Homrani, se sitúan como pesos pesados en la dirección.

La reestructuración parte de la base que los dos puntales de ERC, Oriol Junqueras —el presidente— y Marta Rovira —la secretaria general—, recuperen las riendas con plenas facultades. El uno en plena libertad una vez lleguen los indultos. La otra, desde Suiza, pero con la comunicación a distancia ya por la mano. Y con previsibles reuniones de ambos en territorio helvético si se confirma que Junqueras puede recuperar el pasaporte. Según ha informado el partido, el objetivo de la renovación es fortalecer el equipo directivo con la mirada puesta a las elecciones municipales que se celebran dentro de dos años. El único miembro del Gobierno que conservará el cargo es Aragonès, que seguirá siendo coordinador nacional del partido. Lo será de manera más simbólica que práctica, porque todos los esfuerzos los centrará en la agenda de presidente.

Lladó por Sabrià

Es a partir de ahí que hay que leer el nombre escogido para relevar Sabrià, que desde el encarcelamiento y el exilio de los dos líderes de ERC ha asumido el control de la organización, junto con Pere Aragonès y Marta Vilalta, como vicesecretario general de Comunicación y Estrategia. Básicamente se ha encargado de construir el discurso de los dirigentes republicanos, así como de dirigir las sucesivas campañas electorales. Además, ha sido el presidente del grupo parlamentario en la anterior legislatura. Convertido en auténtico hombre fuerte de ERC, ha dado el salto al Govern, como a mano derecha de Aragonès en el cargo de director de la Oficina del President. Como consecuencia de su nombramiento, Sabrià se aparta de la dirección orgánica y se centra en sus tareas en Palau, entre las cuales destaca la comunicación del ejecutivo.

Su lugar lo ocupará un dirigente de la máxima confianza de Junqueras y Rovira. Se trata de Oriol Lladó, un veterano de la política municipal del partido. Además de concejal, ha sido líder de ERC en Badalona y candidato a la alcaldía el año 2015. Ahora hace un par de meses presentó su renuncia al acta por discrepancias con la dirección local del partido, en ningún caso con la cúpula a nivel nacional. El motivo de la discordia fue la gestión de la coalición con Guanyem Badalona, la formación de Dolors Sabater.

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Oriol Lladó con Dolors Sabater en Badalona / ACN

Lladó, que en el mandato anterior formó parte del gobierno municipal como teniente de alcaldía de Sabater, promovió la coalición de ERC y Guanyem de cara a las elecciones municipales del 2019. La fórmula no fue suficiente para desbancar a Albiol y que Sabater volviera a recuperar la vara de alcaldesa. Un mes después de las elecciones la dirección de ERC Badalona, que a diferencia de la ejecutiva nacional nunca vio con buenos ojos la alianza con Guanyem, deshizo la coalición y se estableció como grupo propio al margen de los anticapitalistas. Una ruptura a la cual se opuso Lladó. Desvinculado ya del ayuntamiento badalonés, asumirá ahora la responsabilidad de proyectar la imagen de ERC, con las elecciones municipales del 2023 en el horizonte más inmediato.

Vergès y Homrani, del Govern al partido

Otra de las incorporaciones destacadas es la de Alba Vergès, que este miércoles será escogida también vicepresidenta del Parlament. La exconsellera pasará a ocuparse de la Vicesecretaría general de Partit Obert, una tarea que hasta ahora desarrollaba Isaac Peraire, propietario de la masía donde se gestó el acuerdo de gobierno entre ERC y Junts con Jordi Sànchez y Pere Aragonès que pasa a ser director de la Agencia Catalana de Residuos.

El partido recupera a una veterana, Anna Simó, para que sea la nueva secretaria de Educación, Cultura y Deportes, en sustitución de la actual consellera de Cultura, Natàlia Garriga. Aparte, se sitúa Chakir el Homrani, exconseller de Asuntos Sociales, al frente de la nueva Secretaría de Política de Trabajo.

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Vergès i Homrani durante una comparecencia como consejeros|consellers. / ACN

Acción anti-represiva

ERC plantea las próximas muncipals como una cita clave en el camino para sumar apoyo a la causa independentista. Con este objetivo se reordena el equipo que gestiona el territorio. Se crea una Secretaría de coordinación de política supramunicipal, que lideraría la ex diputada en el Congreso, Laia Cañigueral, otra de Política Municipal y proyectos transversales, a cargo de la exdelegada del Govern en la Catalunya central, Alba Camps. La Secretaría de Estrategia Municipal incorpora la gestión de las grandes ciudades en la nueva Secretaría de Coordinación Municipal y Ciudades Grandes, que encabezará Oriol López, concejal de Mollet del Vallès.

Con respecto a la sectorial de Economía, la liderará el concejal a lo Ayuntamiento de Barcelona Jordi Castellana y se incluye una Secretaría de Coordinación Estratégica Anti-Represiva "para hacer frente a la incesante represión del estado español". Lo ocupará Cristina Gómez, actual secretaria de Coordinación Municipal. Finalmente, la Secretaría de Transición Ecológica, en manos de Sílvia Casola, modifica el nombre para sumar el concepto de Vivienda, una prioridad en la acción política de los republicanos.

Junqueras, Rovira y Aragonès durante un mitin del 14-F / Sergi Alcàzar