El expresidente de la Generalitat José Montilla cree que el catalán no está en riesgo y considera que los últimos indicadores muestran datos favorables para la lengua, y en todo caso opina que si el catalán retrocede o se hace pequeño, es por culpa del independentismo y del procés: "La retórica de algunos independentistas provoca en los ciudadanos un alejamiento del compromiso con respecto a nuestra lengua. Los que convierten la causa a favor de la normalización del catalán en una pieza más del argumentario independentista, consiguen efectos contraproducentes. No digo que los problemas del catalán sean consecuencia del procés, pero no tengo ninguna duda que la agitación de estos años ha hecho más daño que bien", ha asegurado este viernes en la apertura de unas jornadas que organiza la Fundación Rafael Campalans (PSC) para debatir sobre la lengua y construir "nuevos consensos".

En su intervención Montilla también ha querido reducir los problemas que afronta la lengua catalana, comparándolos a tantos otros: "El problema del uso social del catalán es igual a los problemas de cualquier lengua europea pequeña, que tiene que competir con grandes lenguas internacionales", ha opinado, mientras que ha remarcado que yendo en contra del castellano no se resolverán los problemas del catalán. Antes de estas declaraciones Montilla ha querido mirar atrás y ha remarcado cómo el país ha sido capaz de conservar el catalán, lo que considera que es "un motivo de orgullo colectivo", y ha sentenciado que la buena salud del catalán necesita personas que lo hablen con naturalidad y sin estridencias y también mayor apoyo de los poderes públicos "porque es una lengua que vive en inferioridad de condiciones con respecto al castellano, todavía hoy". En este sentido ha reivindicado el consenso social que se construyó, que ha asegurado que ha sido muy beneficioso, y ha pedido que ahora el uso de la lengua no sea motivo de confrontación.

El expresidente considera que aquellos consensos ahora se han debilitado: "Si los años 80 fuimos capaces de impedir la división a la escuela por motivos lingüísticos, también ahora lo seremos de contribuir decisivamente en la renovación de estos consensos", ha reivindicado, y ha opinado que la judicialización, en plena guerra por la imposición del 25% de las horas en castellano, no se tendría que haber producido nunca, porque se tendría que haber resuelto en las administraciones.

"Tenemos que trabajar para recuperar un equilibrio que no nos podemos permitir el lujo de perder. El catalán necesita apoyo y consenso. Catalunya necesita serenidad y convivencia", y después de repasar algunos datos del Idescat -ignorando datos recientes como la bajada del uso social o del poco catalán que utilizan los jóvenes de Barcelona- ha dicho que no se tendría que permitir hablar del "riesgo de supervivencia" de la lengua. Con todo, ha querido destacar que aumenta el porcentaje de gente que querría hablar dos lenguas y que "la sociedad catalana es bilingüe y lo quiere seguir siendo".

Dos días de debate

Las jornadas del PSC han sido impulsadas por la fundación de los socialistas Rafael Campalans con el objetivo de reunir referentes lingüísticos para abordar "la renovación del consenso por la lengua en Catalunya". Se alargarán dos días y este viernes se hará una primera charla sobre el aprendizaje de las lenguas en la escuela, el marco normativo vigente en materia lingüística, y la pregunta de si el uso social del catalán está en retroceso, como así lo indican los últimos indicadores. Mañana se hablará sobre como se viven las lenguas en la literatura, y también se abrirá a debate la posibilidad de un acuerdo para renovar el consenso lingüístico a Catalunya. En todas estas sesiones intervendrán ponentes como el exletrado del Parlament Antoni Bayona, la exconsellera Irene Rigau, el presidente de Sociedad Civil Catalana Fernando Sánchez-Costa, entre otros escritores, maestros, catedráticos y periodistas.