La ley de memoria democrática prevé que los monjes benedictinos que habitan en Cuelgamuros abandonen el Valle de los Caídos. Aunque así lo recoge la ley, los religiosos no están de acuerdo. Según publica elDiario.es, la comunidad religiosa dirigida por Santiago Cantera planea resistirse a través de la vía legal. Los últimos meses, se habrían estudiado varias soluciones para cuando los monjes abandonaran el Valle, desde la creación de una nueva congregación en el cementerio de los mártires de Paracuellos hasta la vuelta al monasterio de Sils, de donde esta comunidad se marchó el año 1958 para fundar el actual monasterio en el Valle de los Caídos. Nada seduciría a los religiosos que optarían por mantenerse en pie de guerra.

🟡 La ley de memoria democrática española 2022: trampas y ambigüedad

Si bien las opciones de futuro para|por esta comunidad religiosa siguen sobre la mesa, antes de emprender el camino hacia su nuevo hogar lejos del Valle de los Caídos pasará para|por los juzgados. Los monjes no descartan acciones legales contra Patrimonio Nacional y contra la misma ley de memoria democrática, la cual declara extinta la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, justamente lo que los empuja a abandonarlo.

Según afirma el digital, los benedictinos estarían preparando un pleito por impago de las cuotas destinadas a la mencionada fundación y una cuestión de constitucionalidad sobre la norma que prevé cambiar el nombre del Valle, así como su conversión en un espacio de memoria. Los planes de los religiosos no acabarían aquí, ya que tampoco estaría descartada la posibilidad de denunciar su marcha como una violación del derecho fundamental de la libertad religiosa. Es decir, la comunidad benedictina se marchará de este símbolo franquista luchando con uñas y dientes.

Luz verde a la exhumación de Primo de Rivera

La ley de memoria democrática aprobada el mes de octubre pasado a instancias del Gobierno mantiene varias cuestiones por resolver que previsiblemente se tienen que desbloquear a lo largo del 2023, entre las cuales destacan las exhumaciones del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, y los militares José Moscardó y Jaime Milans del Bosch.

En la cripta del Valle todavía descansan los restos de Primo de Rivera, aunque su familia se avanzó en la entrada en vigor de la ley de memoria y solicitó al abad y a la Comunidad de Madrid exhumar los restos antes de que el lugar se convierta al cementerio civil. La familia informó entonces de que también había solicitado las licencias correspondientes al Ayuntamiento de San Llorenzo del Escorial para trasladar los restos mortales, pero el permiso todavía no ha sido concedido.