La previa de un nuevo encuentro para la mesa de diálogo es un choque frontal, entre el gobierno catalán y español, sobre la liberación de los peajes catalanes. La ministra catalana de Transportes, Raquel Sánchez, señala al vicepresident del Govern, Jordi Puigneró, a quien acusa de no asumir el trabajo que le corresponde: "Tiene que ser consciente de sus responsabilidades y competencias. No se puede, por un lado, estar todo el día pidiendo competencias para la Generalitat y cuando las ejerce, las tiene y es responsable de estas autopistas y peajes que sólo se quedan en Catalunya, pedir el auxilio del Estado para rescatarlas y que este asuma la factura de este coste", en declaraciones a Aquí Cuní de Ser Catalunya. Y sentencia: "Todas las vías del Estado quedan liberadas y el ciudadano catalán no tendrá que pagar ni un euro".

Precisamente en esta línea, la ministra también ha dado respuesta a la demanda de Puigneró que reclama el rescate de los peajes que todavía quedan en Catalunya: "Lo que tiene que hacer el Govern de la Generalitat es aplicar el mismo criterio con sus autopistas: recuperarlas y liberar a los catalanes y catalanas del pago. Lo que no se puede es estar situado permanentemente en el discurso de la queja y el espolio", afirma Sánchez que sentencia con una frase viciada: "España necesita Catalunya y también a la inversa".

Los peajes que seguirán funcionando con el modelo de pago como tal afectan a 120 kilómetros del territorio catalán: es el caso del Túnel del Cadí, el tramo Sant Cugat-Manresa, el tramo Castelldefels-El Vendrell y los túneles de Vallvidrera. Hay que recordar pero que la liberación de estos peajes llega después de años de haber cumplido la amortización de la inversión de estas radiales. Por otra parte, desde el gobierno de Pedro Sánchez, se admitió que el ahorro anual de los contribuyentes catalanes sin estas barreras para moverse se sitúa en 752 millones de euros anuales. Una cifra que corresponde a los peajes catalanes de la AP-7 y la AP-2 y Puigneró lo ha tildado "de espolio" después de "50 años de peajes en las autopistas catalanas".

Desde el ministerio de Transportes, se ha invertido 1.200 millones de euros entre el año 2020 y 2021 en infraestructuras. Un dato que Sánchez ha dado sin contextos aunque concluye que "no es una cuantía poco interesante" y responde a la definición que han dado de Catalunya "como una prioridad y reconociendo el agravio comparativo y el déficit en inversiones". Por todo ello, lamenta la actitud del Govern de Pere Aragonès: "Cuando hay una buena noticia y viene del Gobierno, pretenden deslucirla".

Una mesa de diálogo poco atractiva

Sin una fecha todavía concreta para encontrarse en una nueva mesa de diálogo, las relaciones siguen siendo frías. El vicepresident Puigneró plantó ayer a la ministra Sánchez en su puesta en escena ante el peaje de la Roca del Vallès. En paralelo, el gobierno de Pedro Sánchez pone condiciones a los temas futuribles a tratar y prohíbe hablar de autodeterminación y amnistía. Sin embargo, la ministra no pierde la ilusión: "El objetivo de esta mesa no es hacerse fotos, es llegar a acuerdos para mantenernos juntos. En cualquier caso, este es nuestro objetivo, que sea una mesa fructífera y para destensar".

Además, en la línea de los compañeros de gobierno de Podemos, la socialista catalana remarca que desde la Generalitat "han entendido que hace falta consenso y seguir trabajando en la mesa que ya se constituyó hace semanas". Unas declaraciones que se alejan del intercambio, prácticamente diario, de posiciones entre ambos lados.

¿Y el aeropuerto?

Sánchez, hasta el pasado 11 de julio alcaldesa de Gavà, se erige como el salvavidas para que el nuevo Aeropuerto del Prat sea un éxito rotundo: "Yo soy la garantía de que el aeropuerto que se construya no será el de los errores que se cometieron en el pasado". Y lo remata: "Soy la garante de hacer el mejor aeropuerto posible". La fecha marcada por su ampliación es el año 2030. Finalmente, sí se ha encontrado un consenso entre administraciones para sacar adelante una comisión que ponga encima de la mesa esta transformación.

Sin embargo, hay que recordar que Sánchez, cuando era alcaldesa, cuestionó este nuevo proyecto. El pasado mes de junio sentenciaba su "oposición frontal a pistas independientes" y pedía que "se descartara esta opción definitivamente para no tener que volver a sufrir las graves afectaciones" para los vecinos y vecinas de Gavà. Ahora, matiza el discurso y dice que se opone siempre "que no se cumplan los requisitos de calidad y seguridad" para el entorno y su ciudadanía. Unos requisitos que, en ningún caso, ha especificado.

Fotografía de portada: la ministra Raquel Sánchez al lado de la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera.