Finales de enero del 2016. Ha pasado un mes desde las primeras elecciones generales a las cuales se presenta Podemos y el partido de Pablo Iglesias había conseguido 61 escaños en su primera convocatoria electoral. Los morados negocian con el PSOE sobre la posibilidad de formar gobierno, después de que los socialistas consiguieran 90 escaños, y el PP, que no tiene lo suficiente con los 40 diputados de Cs, con 123. Aquellas negociaciones no llegaron a buen puerto y en junio del 2016 se repitieron elecciones, pero la irrupción de Podemos y el posible pacto con los socialistas inquietan, y mucho, el PP, que en aquel momento gobernaba en España. Entonces, el ministerio de Interior dirigido por Jorge Fernández Díaz puso en marcha las cloacas del Estado para encontrar información sobre el partido encabezado entonces por Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero y Carolina Bescansa. Esta información tenía que ir a parar a los medios afines con el PP, pero la sorpresa llegó cuando Francisco Martínez, secretario de Estado de Seguridad y número 2 de Fernández Díaz, preguntó al comisario Enrique García Castaño por los antecedentes de Podemos. El policía le confirmó que no había encontrado nada malo: "Cagüenlaputa!", fue la respuesta de Martínez.

En aquel contexto, tal como recuerda eldiario.es que ha tenido acceso a los mensajes de texto, las televisiones iban llenas del informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima) que vinculaba el partido con financiación procedente de Venezuela e Irán. Los tribunales no le dieron credibilidad, pero su fantasma todavía los acompaña. Los titulares sobre la posible financiación irregular no son suficiente y Castaño, también conocido como El Gordo, sigue ordenando escuchas, seguimientos... lo que haga falta. Durante la campaña, en los meses previos, este le ha ofrecido información a Francisco Martínez, que insiste en saber el 30 de enero si alguno de los miembros del partido tenía antecedentes, había formado parte de la izquierda abertzale del país vasco o del extremismo violento. Nada de nada, excepto el senador vasco Josetxu Arrieta, que había formado parte de la ETA y ya había pedido disculpas.

Cacería contra el independentismo y Podemos desde Interior

Ante la falta de antecedentes al nuevo partido de izquierdas, el número 2 de Fernández Díaz se muestra decepcionado a los mensajes que hoy salen a la luz: "Si los otros están limpios... ¿tampoco tienen nada de violencia en la calle, anarquistas"?. El comisario responde: "Lo vuelvo a mirar, pero creo que no". "¡Cagüenlaputa! ¡Alguno tiene que ser chungo"!, es la respuesta de Martínez, que insiste en García Castaño en que continúe con su vigilancia, mientras este permite que insistirá al cabo de la Brigada Provincial de Información en Madrid, Germán Castiñeria.

Todo es solo una nueva prueba sobre la guerra sucia contra Podemos desde las cloacas del Estado, en línea con la Operación Catalunya contra el independentismo catalán. Ayer, también se publicaron unos mensajes de Francisco Martínez con el director adjunto de la Policía, Eugenio Pino que demostraban la cacería de Interior contra el movimiento catalán, pero también contra Podemos. En estos, se demuestra cómo recogían información negativa sin contrastar, por ejemplo para relacionar el partido con Venezuela, y filtrarla a los medios para publicarla en momentos concreto.