El Govern ha aprobado este martes un proyecto del Servei Català de Trànsit para desplegar "medidas especiales de circulación, ordenación y regulación" con las que mejorar la seguridad y la capacidad de la red vial catalana. Una serie de actuaciones por valor de cerca de 50 millones de euros en el que el Ejecutivo de Salvador Illa ha dado luz verde en el Consell Executiu de hoy y que llevarán unos 200 radares, más controles policiales, más cámaras por hacer seguimiento del tráfico y más paneles de señalización en las carreteras catalanas. Además, con una simulación digital de la red vial del área metropolitana de Barcelona se prevé "simular y predecir" congestiones, para actuar en los puntos señalados. Todo ello, en un contexto en el cual el Govern admite que ha aumentado la presión del tráfico en varias zonas y cuando la AP-7, la vía que vertebra Catalunya de norte a sur, sufre constantes accidentes y congestiones.

El nuevo plan de Trànsit pone el enfoque especialmente sobre la AP-7, que "concentra gran parte de las incidencias de nuestra red vial y muy especialmente en las jornadas laborables, de lunes a viernes". Es por este motivo que se desplegarán dos nuevos equipos de guardia e intervención, en el norte y sur de Barcelona. Se aumentarán los recursos materiales y humanos a la autopista para los días laborables y, con el objetivo de mitigar las retenciones, se habilitarán carriles en sentido contrario y se anularán las entradas en las vías congestionadas para redirigir el tráfico. También se colocarán más paneles informativos por los conductores y se desplegarán más efectivos de Mossos d'Esquadra y policías locales. Asimismo, se ampliarán hasta 25 las intervenciones en operaciones de salida a lo largo del año, especialmente en la AP-7.

Con el nuevo servicio de medidas también se extenderá el perímetro territorial de actuación y se pretende equipar 43 nuevos puntos de reversión del flujo, por carriles adicionales o carriles de apoyo, desde el Empordà hasta las Terres de l'Ebre, de Est a Ponent, con el objetivo de dotar de más capacidad a las principales vías —AP-7, C-32 norte, A-2, AP-2, C-25— cuando sea necesario. Además, la presión del tráfico sobre los municipios y lugares de destinación requerirá la intervención en los flujos de tráfico, y en este sentido se prevén nuevas intervenciones en diferentes comarcas afectadas por las vías: C-16, N-260, N-II, C-13, N-230, C-38, N-240, C-14, C-17, C-31 norte, C-65, C-35 y en otras vías de la red secundaria vinculadas a estas carreteras.

Finalmente, la proliferación de la movilidad en bicicleta y el incremento del uso de la moto "requiere la intervención con nuevas medidas de gestión del tráfico y seguridad vial en diferentes puntos del país". En este sentido, se aprueba una intervención para "pacificar" vías con más presencia de ciclistas mediante más radares en línea (cajas naranjas), cámaras de inteligencia artificial, paneles móviles que se activan con el paso de ciclistas y que informarán de su paso a los conductores de vehículos de motor. Con respecto a las vías con "elevada presencia" de motos, se establecerán más controles de Mossos d'Esquadra y policías locales.

Sin examen teórico para ser bombero voluntario

Aparte del tráfico, el Govern también ha aprobado en el Consell Executiu de este martes una modificación del reglamento del cuerpo de Bomberos Voluntarios, que deroga la actual norma de 2015 con el objetivo de agilizar la incorporación de miembros y de "dar respuesta a las necesidades actuales del cuerpo". Así, ahora no se tendrá que hacer un examen teórico, lo que "simplificará el proceso", y entre los requisitos tendrán especial peso los méritos como residir cerca del parque de bomberos voluntarios asignado y el conocimiento de la zona de acuerdo con la antigüedad del empadronamiento. La selección se complementará con las pruebas físicas y médicas pertinentes. En caso de ser admitido, el nuevo reglamento prevé el acceso en dos pasos, mediante dos niveles de acreditación: parcial —haciendo una formación de tres meses— y total —con una segunda formación. El Decret aprobado también incorpora la compensación económica de los bomberos y bomberas voluntarios que, por su actuación en servicio, sufran secuelas de carácter permanente.