El presidente Artur Mas ha cargado contra la falta de entendimiento entre Esquerra Republicana de Catalunya y Junts. Ha defendido que el problema actual del espacio independentista es que hay un "exceso de personalismo" y una "falta de objetivación de los temas" para tejer puentes entre las diferentes formaciones soberanistas. Para Mas, no es imposible superar las diferencias "en función de las actitudes personales" y ha reclamado que se llegue a consensos en los bloques importantes, entre los que ha mencionado el asunto del catalán en las escuelas. "El precio que se ha tenido que pagar ha sido alto. Tenemos la obligación política de estar por encima de las cosas del día a día, de las disputas", ha criticado al expresidente de la Generalitat, que cree que no es admisible la división en "temas clave".
Artur Mas, en una conversación telemática este lunes organizada por L'H Espacio de Debate bajo el título 'Rehacer Catalunya' al lado del periodista Milagros Péres Oliva, ha asegurado que los dos partidos del Gobierno tienen que saber gestionar ahora una situación que "no es de éxito, pero que tienen una gran oportunidad de poner las bases del éxito del futuro". Ha afirmado que la falta de una hoja de ruta compartida dentro del independentismo supone una "debilidad intrínseca" y ha criticado que la represión que ha habido después del 1 de octubre, "ha desunido en lugar de aglutinado y unir" el espacio independentista.
Mas también ha opinado sobre el debate interno que hay a la formación política de Junts para renovar a sus dirigentes. El presidente ha asegurado que Junts es un partido que está en proceso de definición tanto ideológico como de liderazgos, pero considera que "familias" como la del exconseller Jordi Turull y la presidenta del Parlamento, Laura Borràs, "pueden convivir" dentro del partido. Según su opinión, el presidente Puigdemont tendrá un papel que dependerá mucho del Estado español, según si se le considera interlocutor, ya que "se implicaría en una posible solución y tendría una actitud de escucha".
En este sentido, sobre el debate interno en Junts, hay que recordar que Jordi Sànchez dejará de ser secretario general de Junts per Catalunya y que renuncia a optar al cargo en el próximo congreso que se celebrará el mes de junio. Este relevo puede marcar un punto de inflexión que ya se pone de manifiesto en su discurso. "En algunos liderazgos nos sobra un exceso de vanidad. Y tenemos déficit de lealtad de grupo", esta es la reflexión más destacada que ha dado entrevistado por las Mañanas de TV3. De hecho, este problema recae en el hecho "de ser un partido joven y tierno" pero también está convencido que "el proyecto es muy poderoso y puede ocurrir la primera fuerza del país. Sànchez ha soltado unos cuantos titulares, aunque no los ha acabado de concretar. Sobre liderazgos donde piensa que sobra la vanidad, no ha querido señalar con el dedo a nadie.
El mismo criterio ha aplicado cuando ha revelado una noticia desconocida hasta ahora: "Sé por qué el señor Quim Torra no fue presidente de la Asamblea cuando yo se lo ofrecí y eso es una exclusiva". Preguntado sobre el por qué, ha preferido remitirse a Torra y pasarle la pelota para que dé sus argumentos. De hecho, ambos han constatado las discrepancias políticas que siempre han tenido. Mientras Sànchez era entrevistado en TV3, Torra hacía lo mismo al Aquí Cuní de Ser Catalunya y este ha afirmado: "Nunca he tenido una relación con Sànchez de empatía. Pero sí que le he dado todo el apoyo cuando estaba en la prisión, sólo faltaría. A veces coincides más con unas personas que otros".