Marcel Vivet, de 27 años y maestro de secundaria, ha visto como su vida cambiaba. Lo han condenado a 5 años de prisión por, supuestamente, golpear a un mosso de esquadra. Su palabra contra la del agente. Sin imágenes que corroboraran su versión. Así fue el juicio. Y el juez se creyó al policía. Un juicio marcado por la acusación de la Generalitat de Catalunya, que ahora ha entrado en cuestión y que tuvo que ser aplazado para no coincidir con la precampaña electoral. Y un juicio que se cierra con una sentencia que sale justo antes de los indultos a los presos políticos. Y un juicio que ahora tiene una rama en paralelo con una instrucción idéntica por los mismos hechos, la misma agresión a un mosso, pero con un protagonista diferente.

Marcel Vivet - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

El caso de Marcel ha encendido la alarma por si otros casos similares se están gestando o ya se han producido y ha avisado a la opinión pública que la represión todavía no ha acabado.

Quedamos en Badalona, su ciudad. La conversación fluye junto a la Rambla y entre badaloneses que pasean, trenes que pasan y la aparición inesperada de Willy Toledo. El actor vive en Badalona hace poco y conoce a Marcel y su caso. El encuentro rompe la entrevista y al mismo tiempo la hace todavía más intensa y auténtica.

 

 

Tu caso es conocido desgraciadamente por los 5 años de condena, ¿pero cómo fue el momento de la agresión que se juzgó?
En 2008, al cabo de un año del 1-O, se celebró una especie de manifestación con estética de desfile militar de la policía española por las calles de Barcelona que venía a celebrar la violencia que habían ejercido sobre el pueblo de Catalunya un año antes. Y nosotros, desde varias entidades culturales, juveniles, políticas de todo el país, decidimos salir a la calle para decir que no, que no podía ser esta reivindicación de la violencia, no podía ser. Nosotros queríamos decir que seguíamos en pie un año después del 1-O, a pesar de toda la represión, a pesar de toda la apisonadora por la cual pasaron la soberanía de Catalunya, pero que el pueblo de Catalunya seguía en pie. Y se celebró un holi festival para poner luz y color en contra de la oscuridad del fascismo y su violencia, y allí, el cordón de los Mossos d'Esquadra, como es habitual en muchas manifestaciones, cargó contra los manifestantes sin previo aviso, con total desproporción, no había ninguna razón de disolver la manifestación y cargaron contra nosotros con mucha violencia. Yo me marché de aquella manifestación porque salí muy lesionado, salí con hematomas, como tantos otros manifestantes. Fue una manifestación donde les abrieron la cabeza a muchos manifestantes, pegaron con las porras a la cabeza de mucha gente y me fui de la manifestación. Cinco meses después, me acusaron de haber agredido a un mosso de escuadra en aquella manifestación con la bandera que yo llevaba reivindicando mi organización, La Forja.

¿Pegaste al mosso?
Esta es una pregunta que me hacen algunas veces y siempre respondo lo mismo: yo he ido a juicio para demostrar que no lo hice, el resultado del juicio es sobradamente conocido. Ha sido una locura, ha sido una aberración, en la que, descartando todas las pruebas gráficas que hay, obviamente, de una manifestación donde había miles de personas a plena luz del día, sólo se quedan con el testimonio de un solo mosso de esquadra para intentarme incriminar esta agresión. Yo sigo reivindicando no sólo que yo no lo hice, sino que las manifestaciones en las que hemos estado los últimos años saliendo a la calle para reivindicar el derecho a la autodeterminación y los derechos sociales no han sido violentas, sino que toda la violencia ha venido de los cuerpos supuestamente de seguridad de los Mossos d'Esquadra y de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.

En tu caso es tu palabra contra la del mosso. No hay imágenes que tú puedas utilizar en tu defensa...
Hay imágenes. Incluso las imágenes que la policía tomó aquel día las descartaron porque no podían demostrar la agresión. Hay muchas imágenes, hay miles de imágenes de aquella manifestación, y todo el mundo puede ver claramente cómo la violencia vino del cordón de Mossos d'Esquadra.

Son unas imágenes que no se aceptan como prueba, tampoco se aceptan testigos que puedan corroborar tu versión y tú te encuentras desnudo ante la versión de un mosso que acaba siendo la verdad para el juez que te condena. Pero hay una instrucción en paralelo de los mismos hechos, por agredir de la misma manera al mismo mosso. ¿En este punto, ves alguna salida a tu caso?
Esperamos que este hecho, que es una clara constitución de corrupción judicial, porque están acusándome a mí y a otro chico de haber cometido una misma acción, una misma agresión. A mí me han condenado ya, y todavía está en marcha el proceso judicial contra Adrià Catassús. Esperamos que eso haga tambalear tanto mi sentencia como el avance del caso judicial contra Adrià Catassús. Además, me da mucho miedo que eso pueda haberse dado en más ocasiones. Nosotros nos hemos dado cuenta con la ayuda coordinada de los abogados de Alerta Solidària, pero, ¿en cuántos más casos puede haber pasado eso? ¿Cuánta gente puede haber sido condenada, más de una persona, por la misma acción, por culpa de atestados policiales confeccionados expresamente para eso?

Marcel Vivet - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

Ahora estás en el primer trámite de presentar el recurso
Ahora presentaremos un recurso contra esta sentencia basándonos en la duplicidad de acusaciones contra Adrià Catassús y contra mí, y basándonos, también, en la clara politización de esta sentencia. Es una sentencia basada en un atestado policial muy criminalizador, que habla de una manifestación convocada y ejecutada con tácticas de guerrilla urbana, cuando se trataba de un Holi festival; con un relato que habla de las intenciones de los manifestantes de ir a agredir directamente al cuerpo de policía, cuando las imágenes son muy claras: se trata de una manifestación festiva... E iremos a desmontar todas estas tesis. Y, por otra parte, se tiene que hablar de las pruebas que se han descartado y que si se hubieran valorado, habrían demostrado más nuestra versión, la versión de la defensa, que la de la acusación. En los próximos días tendremos que entregar este recurso y en los próximos meses esperamos que se pueda resolver positivamente para nosotros.

Tenemos a una Generalitat que, por una parte, con declaraciones políticas habla de todo el apoyo a los manifestantes, todo el apoyo al derecho a manifestación, y, por otra parte, cede a los intereses de sindicatos de ultraderecha que están integrados dentro de los Mossos d'Esquadra

Los funcionarios públicos, y en este caso los Mossos lo son, tienen derecho a una defensa por parte de la institución. En este caso, de la Generalitat de Catalunya. Pero el hecho de defender los intereses de los funcionarios por parte de la Conselleria d'Interior, en este caso, se ha convertido en un arma de doble filo contra la ciudadanía a la hora de acusar a un ciudadano que se está manifestando y se ve involucrado en unos disturbios con los Mossos d'Esquadra. ¿Eso tendría que cambiar? De hecho, eso es por lo que están trabajando los partidos políticos. ¿Pero eso es la solución a todo? ¿O eso está inmerso dentro de una situación de represión que viene de más arriba?
Es normal y se entiende que una institución como la Generalitat defienda a sus funcionarios. Imaginémonos que un profesor de la escuela pública por alguna razón fuera agredido a la salida de la escuela durante su horario laboral, es obvio. E incluso entendemos que hay leyes que dicen que están obligados desde la Generalitat a prestar asesoramiento jurídico a sus empleados. Pero eso no implica, en ningún caso, que la Generalitat esté obligada a presentarse como acusación particular. Es decir, la Generalitat puede prestar el asesoramiento jurídico a los mossos de esquadra que lo necesiten, pero eso no implica que la Generalitat tenga que tomar partido a favor de los Mossos d'Esquadra en un caso como es el mío, y en otros casos, claramente politizados para acusar a manifestantes. Y además, este relato con el cual la Generalitat intenta jugar con la ambigüedad que la Generalitat intenta presentarse como acusación porque están obligados, realmente no están obligados. El hecho es que la Generalitat lo que está haciendo aquí es ceder a los intereses de los sindicatos policiales, y los principales sindicatos policiales de los Mossos d'Esquadra son de ideología ultraderechista y españolista, son los compañeros de los mismos que se manifestaban aquel día por las calles de Barcelona. Es decir, en los Mossos d'Esquadra, hay una gran parte, con mucha importancia y mucho peso, que da apoyo a las reivindicaciones de la policía española de Jusapol, la reivindicación de la violencia y que, además, está ideológica y personalmente, en el caso de muchos agentes, en contra de estos manifestantes que supuestamente tienen que defender. Por lo tanto, tenemos a una Generalitat que, por una parte, con declaraciones políticas habla de todo el apoyo a los manifestantes, todo el apoyo al derecho a manifestación y, por otra parte, cede a los intereses de sindicatos de ultraderecha que están integrados dentro de los Mossos d'Esquadra.

 

 

¿Te ha llamado el conseller de Interior, el president de la Generalitat o alguien del Govern de Catalunya?
En ningún momento. Los únicos contactos que hemos recibido en algún momento del proceso judicial han sido directamente desde la Conselleria d'Interior, no directamente desde el conseller, a mi abogado y a mi madre por una misma razón: que me intentaran convencer de lo que a ellos les iba bien políticamente, que es que yo aceptara haber cometido estos delitos y ellos, con una imagen de magnanimidad, rebajaran sus acusaciones de acuerdo con la Fiscalía y así conseguir que no hubiera posibilidad de una sentencia condenatoria a más de dos años de prisión. Es decir, por su propia imagen, por su propio interés, nos presionan en el ámbito personal, en el ámbito sentimental, presionan a mi madre para que yo admita haber cometido unos delitos que no he cometido y así ellos poder salir airosos diciendo que este manifestante cometió una agresión, pero que ellos, en defensa de los independentistas, no han acusado tan fuerte al final. Eso es ridículo y miserable. Y cuando ven que esta jugada no les sale, el último contacto que tenemos con Interior fue que, el 18 de diciembre, que era cuando se tenía que celebrar el juicio, dos mossos de esquadra se pusieran enfermos para evitar que se celebrara el juicio en precampaña electoral, porque, obviamente, no habría quedado nada bien condenar a un joven activo en política que se había manifestado en una manifestación independentista desde una Generalitat supuestamente gobernada por partidos independentistas.

 

 

¿Y los grupos parlamentarios o los representantes de los partidos políticos se han puesto en contacto contigo para darte apoyo?
Yo he formado parte de organizaciones de la izquierda independentista. Aquí en Badalona formo parte de La Forja, del casal Antoni Sala i Pont, de Guanyem Badalona y, por lo tanto, he recibido desde el primer momento el apoyo de Guanyem Badalona, de Guanyem Catalunya, de la CUP y de muchas candidaturas municipalistas de toda Catalunya y de todo el Estado.

Presionan a mi madre para que yo admita haber cometido unos delitos que no he cometido y así ellos poder salir airosos diciendo que este manifestante cometió una agresión

Tú tienes una implicación política, ¿pero te planteas tenerla más? ¿Ir a listas, ser cargo electo y luchar desde dentro del sistema?
Realmente no me lo he planteado y tampoco se me ha planteado. Pero, de alguna forma u otra, he participado en listas, en la cola, de una manera simbólica, para poder llevar la voz de la juventud independentista o de la juventud organizada a la ciudad. Mi intención no ha sido en ningún momento tomar ninguna posición de relieve. Ahora, sí que es cierto que lo que me apetece a mí, a mi grupo de apoyo, a mi familia, es que todo eso les salga muy caro y sea un tiro por la culata. Que podamos hacer mucho eco, que podamos utilizar todos estos micrófonos que se nos están poniendo delante. Esto se trata de una lucha de este estado fascista contra la disidencia, y que si justamente nos persiguen a mí y a 3.000 personas más sólo relacionadas con el proceso independentista, es por una razón bien clara, es porque queremos desbancarlos de sus privilegios, queremos desbancar a los multipropietarios, queremos desbancar a los grandes burgueses de este estado que son, al fin y al cabo, quien lo gobierna y no realmente estos partidos que se van devolviendo de vez en cuando. La represión viene contra nosotros por eso. Si nosotros miramos más allá, no se trata tanto de una cuestión de partidos, sino más bien de la configuración estructural de este estado y del sistema en que vivimos.

Tu condena se hace pública pocos días antes de concederse los indultos. Los indultos que parece que no gustan a nadie, pero que se han acabado aceptando y los presos políticos han salido de la prisión. Pero la represión continúa porque todavía hay unos exiliados y todavía hay 3.000 personas algunas de ellas pendientes de juicio, algunas a punto de sentarse en el banquillo de los acusados, aparte de todo el caso del Tribunal de Cuentas... Y, a todo eso, el proceso independentista parece ser que ha entrado en una parada técnica... ¿Qué análisis haces?
Todavía no se puede afirmar que sea así, pero realmente tiene mucha pinta y parece mucho que los indultos tengan que ser lo que has dicho, que esta parada del proceso independista venga dada del proceso español. Yo no creo que sea verdad que todo el mundo esté contento de los indultos. Justamente, quien los ha ejecutado es el Gobierno y los ha ejecutado de una forma muy inteligente para darse una imagen de estado de derecho por todo el mundo, para darse una imagen de estado garantista en que unos líderes políticos no se mantienen en la prisión, aunque ya han pasado unos años allí y que los líderes políticos pueden ser reformados. Esta es la imagen que quieren dar: reformados de sus delitos que supuestamente han cometido. Yo con la línea que más comulgo es con la línea de Jordi Cuixart, es la línea del "lo volveremos a hacer", es la línea que a nosotros no nos tienen que perdonar nada. Tendríamos que perdonarles nosotros cuando por fin ganemos o quizás no perdonarlos. Lo que tendremos que hacer algún día es hacer justicia de verdad, romper este estado corrupto y decirlo bien claro desde ahora, como lo llevan diciendo muchos luchadores desde hace años: romper este estado, romper con este régimen burgués y aristocrático y salir constituyendo una república donde tendremos que luchar mucho para conseguir que sea una república de derechos sociales, pero, al fin y al cabo, es una manera de romper con estos poderes más profundos del estado español. Ahora mismo, los poderes más profundos no están contentos con los indultos porque también suponen una maniobra de aflojar contra los independentistas, no acabar de aplastarnos tan rápido como querrían, porque, al fin y al cabo, es un poco la manera de actuar de los poderes del estado desde la Guerra Civil misma. El ganar y acabar de ganar aplastando y matando y matando y reprimiendo y reprimiendo sin cesar. Eso es lo que quieren hacer con nosotros, y ahora que se ha indultado a los presos políticos, pues estamos un poco en la estacada y no sabemos qué pasará. Mi caso es un caso flagrante, pero es que vendrán muchos y muchos y muchos más después de mí. Ahora, ¿cómo lo conseguiremos para hacer tantas manifestaciones para dar tanto apoyo a tanta gente? ¿Qué haremos? Tenemos que dar una respuesta política. Por eso yo siempre he dado apoyo a la amnistía como una respuesta política a toda esta represión y esta violencia del Estado.

Marcel Vivet - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

Ahora que se han indultado los presos políticos, estamos un poco en la estacada

¿Hace falta un cambio de liderazgos políticos porque los actuales líderes de los partidos han pasado por un proceso, han llegado a un punto que ahora haría falta una renovación?
No es que haga falta ahora, es que hace falta ya hace mucho tiempo. Tal como hemos aprendido de otros procesos de represión extrema de líderes políticos de otros países del mundo o de otras naciones oprimidas por el estado español como es Euskal Herria, desde la prisión, un líder de un partido político, un líder político, sea de la fila que sea, no puede ejercer la dirección de su partido. Desgraciadamente es así. No se puede, porque justamente el objetivo de la represión es que toda la lucha política pase a ser anti-represiva. Nosotros lo que queremos, desde la calle, desde este país, lo que seguimos queriendo es constituir una república. Es ejercer nuestro derecho de autodeterminación. No lo queremos desde dentro de las prisiones. Lo queremos desde todos sitios. La población lo tiene que luchar esto. Y por lo tanto, no podemos tener la dirección encarcelada, con todo el respeto hacia estas personas que, además, han sido encarceladas con todo el apoyo de toda la población catalana por lo que hicieron y, por lo tanto, con todo el apoyo hacia estas personas que han sido injustamente encarceladas. Pero tiene que seguir la lucha en la calle y no puede estar condicionada por la represión en ningún momento. Tenemos que seguir adelante a pesar de los palos que nos den.

A ti ahora te queda un camino de recursos, ¿pero quieres hacer vida "normal"?
Es interesante que me preguntes esto. Yo ahora mismo estoy en el paro y, por lo tanto, no tengo trabajo. Todo esto me ha pillado en medio de no estar trabajando. No tengo hijos, no tengo muchas responsabilidades en mi vida. No me quiero ni imaginar a alguien de clase trabajadora, que hace una jornada completa, llega a casa y tiene que cuidar de su familia, quizás tiene que cuidar de algún familiar en una situación de dependencia, y que se encuentre en una situación de represión como la mía... A mí me han pillado en una situación en que me encontraba muy fuerte y que, además, he podido responder, he podido atender a medios, he hecho mucha campaña para visibilizar toda esta represión. Sin embargo, a cuánta gente le están arruinando la vida y tiene una situación de impotencia completa y absoluta y no puede responder con la misma fuerza, porque, al fin y al cabo, la mayoría de gente a quien están reprimiendo son gente de clase trabajadora que no pueden dedicar sus vidas a hacer política, que no pueden dedicar sus vidas a responder políticamente a todo eso. Yo quiero seguir con mi vida normal, el curso que viene quiero volver a ejercer de profesor de secundaria, pero ahora mismo me ha pillado relativamente en un buen momento, en un momento con tiempo libre. Pero, con todo, ¿qué haremos? ¿Qué hace toda esta gente que se está quedando en la estacada?

Irrumpe Willy Toledo

A media entrevista, por la calle Banyoles de Badalona, justo junto a Can Llaunes, pasa Willy Toledo. Marcel Vivet lo reconoce y detiene la conversación y saluda al actor, que se aviene a responder a las preguntas de ElNacional.cat.

"No tienen ningún complejo de arruinar la vida a un joven y encerrarlo cinco años en la prisión por un delito, que, en cualquier caso, aunque lo hubiera cometido, ¿cómo es posible que esto represente cinco años de prisión? No tienen ningún respeto por la vida de la gente ni por su libertad", dice Toledo nada más ponerle el micrófono. "Necesitan dar ejemplo y es una advertencia al resto de jóvenes que se movilizan", añade.

"¿Hemos superado el franquismo? Obviamente, no", concluye.