Podría haber sido el último capítulo del culebrón, pero con estos protagonistas, el portazo de Vox en Macarena Olona después de las declaraciones de su exdiputada solamente ha hecho que poner más leña el fuego. Entre los rumores que se dispararon después que quien había sido uno de los mejores amigos de la política dentro del partido, Iván Espinosa de los Monteros, cerrase la puerta de un posible retorno de la alicantina al partido, considerando que su actitud hacía daño a la formación, destacaba que una Olona enrabiada abriría su propio partido, también de ultraderecha, para compartir contra quien hace poco eran sus compañeros.

Con todo, ella misma se ha encargado de negar a través de las redes sociales donde ha asegurado que "no hay espacio para un nuevo partido político", reivindicando "menos testosterona y más sentido de Estado" a un partido donde, excepto ella y Rocío Monasterio, la gran mayoría de altos cargos son hombres. Según su opinión, poner las bases de una nueva formación solo serviría para fragmentar todavía más el mostrador político, algo que no le interesa.

Olona quería ser senadora por Andalucía

Según ha trascendido en las últimas horas, Olona quería volver a Vox, pero no a Andalucía sino a Madrid. La política, que aterrizó en el sur de España y se vistió demasiado a menudo de flamenca en una campaña llena de tópicos que no gustaron nada a los andaluces después de empadronarse fraudulentamente a un municipio de Granada donde no había vivido nunca, siempre ha dicho que no quería traicionar en Andalucía y que estaba centrada en este territorio. De hecho, creía haber encontrado la fórmula de volver a Madrid y recuperar su posición relevante después de fracasar en unas elecciones andaluzas: creía que saldría vicepresidenta del gobierno de Juanma Moreno y acabó teniendo un papel muy secundario.

Pocas semanas después de las elecciones renunció al cargo por motivos de salud y se dio de baja. Un mes después volvía a la vida pública y a dar la lata a Vox, que veía cómo Olona asumía el foco y por primera vez había ha tenido que gestionar una crisis interna en una formación marcada por la disciplina. La intención de Olona, que está de gira dando charlas a universidades de todo el Estado, probando enfrentamientos a su paso, esperaba reunirse con Abascal, tal como le ha pedido reiteradamente en las últimas semanas, para proponerle volver al partido como senadora autonómica por Andalucía, de la misma manera que lo es Alberto Núñez Feijóo por Galicia. Así lo ha confirmado El Periódico de España, pero ha chocado con una directiva muy enfada por sus aires de superioridad que le ha negado sus aspiraciones.

Tensión entre Olona y Ortega Smtih

Esta misma semana, Olona concedía una entrevista al diario ABC, la gota que hizo colmar el vaso de la paciencia a sus excompañeros. En ella, denunció una falta de democracia interna y que las personas que intentan levantar la voz y dar su opinión dentro de la formación ultra, no son bien tratados por parte de sus dirigentes. Estas palabras se han entendido como una alusión a Javier Ortega Smith, con quien mantenía una relación muy tensa.