Día de lapsus tanto en el Congreso, donde Pedro Sánchez se ha referido a Gabriel Rufián como señor Abascal en referencia al presidente de Vox provocante las carcajadas a todo el arco parlamentario, pero también en el Parlament de Catalunya, donde la presidenta Laura Borràs, cuando daba paso a una pregunta del diputado de ERC, José Rodríguez, se ha referido al partido como Esquerra Repel·lent en lugar de Esquerra Republicana. Dándose cuenta de su error rápidamente, la presidenta de la cámara catalana ha rectificado rápidamente y ha corregido sus palabras con una sonrisa. Aun así, su confusión ha hecho que buena parte de los diputados estallaran a reír y a comentar el error, hecho que ha provocado que Rodríguez haya tenido que esperar unos segundos a que el hemiciclo se calmara para poder formular su pregunta al presidente Aragonès sobre la seguridad vial.

 

Carrizosa intenta meter baza

Minutos antes, otro diputado de Ciudadanos ha sido expulsado del pleno del Parlamento. En este caso, Laura Borràs se ha visto obligada a hacerlo al inicio de la sesión plenaria. Todo ha sucedido después de que la presidenta de la cámara hiciera una declaración, aprobada por la Junta de Portaveus, que condena el CatalanGate. Una vez acabada la lectura, ha sido el portavoz de Ciudadanos, Nacho Martín Blanco, quien ha querido intervenir, propiciando la ya famosa frase de la presidenta: "Sí, señor Martín Blanco, ¿por qué me pide la palabra"?. El diputado naranja ha querido reclamar a Borràs su "exigencia de imparcialidad", pero la presidenta se lo ha negado: "No lo puedo dejar acabar porque me ha pedido un llamamiento a la observancia del reglamento del artículo 90 y después ha hecho un llamamiento al artículo 39". Cuando la presidenta intentaba continuar con el pleno, el diputado naranja Matías Alonso ha empezado a gritar. Borràs lo ha avisado en varias ocasiones: "Estorbando el orden de la cámara lo tendré que expulsar", ha dicho, y después del tercer aviso se ha visto obligada a expulsarlo del pleno. Carrizosa ha aprovechado su pregunta al presidente Aragonès para intentar que recriminara el gesto de Borràs, algo que ha evitado y ha aprovechado su intervención para criticar que los naranjas "hagan el rídiculo cuando pasa alguna cosa que no les gusta".

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Mònica Salas y Albert Batet de Junts y el líder de la oposición Salvador Illa (PSC) sonríen ante el lapsus de la presidenta del Parlamento / Carlos Baglietto

Después de las palabras del presidente, Carrizosa ha vuelto, recuperando la confusión de Borràs: "Muy bien, señor Aragonès, era la respuesta correcta. Meterse con Ciudadanos para no meterse con la señora que os dice Esquerra Repel·lent". Sólo sus compañeros de partido han reído la broma del líder, mientras los otros dos protagonistas, Aragonès y Borràs, hacían que no con la cabeza.

Unos minutos después, el diputado Jose Rodríguez también ha querido decir la suya a través de las redes. Lo ha hecho recordando que en algunos casos se han referido a él como "Trinitro", su apodo, en una comisión parlamentaria y que ahora le ha cambiado el nombre del grupo parlamentario. "Humanum errarum est e incluso Laura Borràs comete errores", ha bromeado el político.

Tuit de José Rodriguez
Tuit de José Rodriguez

En Madrid, también

Si en Barcelona la protagonista involuntaria de la jornada ha sido ERC, en Madrid lo ha sido su portavoz. En la primera intervención de Pedro Sánchez en el Congreso desde que estalló el CatalanGate, el presidente del Gobierno se ha referido a Gabriel Rufián como Santiago Abascal. La pregunta del republicano en Sánchez ha sido justo después de la de Vox, y Sánchez ha empezado su respuesta diciendo: "Señora Batet, señor Abascal" e inmediatamente se ha dado cuenta del error y ha corregido apuntando "mejor dicho, señor Rufián, discúlpeme". Este momento ha provocado las risas en el Congreso, y el líder del PSOE rápidamente ha pedido perdón en Rufián, afirmando que "ha sido un lapsus imperdonable. Hay lapsus que son imperdonables, y este lo es señor Rufián". El líder de los republicanos ha continuado la broma|bruma en su respuesta: "Que me espíen, de acuerdo, pero que se me llame Abascal, me fastidia", ha ironizado.