Gonzalo Boye, abogado y víctima del espionaje con el programa Pegasus, ha recibido con cierta ironía la noticia que el CNI admite haber utilizado el programa espía para investigar independentistas. Esta admisión, sin embargo, viene con muchas carencias que Boye ha subrayado a través de sus redes sociales. El servicio de Inteligencia sólo reconoce haber investigado 18 personas relacionadas con Tsunami Democràtic, sin embargo, la lista presentada por Citien Lab es muy mayor. "Soy de letras, pero hasta estas cifras llego: 65 espiados, menos 18 ya reconocidos, faltan 47", ha tuiteado el abogado compartiendo la noticia que limitaba a 18 personas las investigadas por el CNI. También ha añadido una corrección: "Ah, y un detalle, los de Tsunami no son del CNI sino de la Guardia Civil".

TUIT boye reconocimiento catalangate 1

El CNI ha justificado el espionaje sobre 18 "líderes de Tsunami Democrática" y ha afirmado que la justicia les dio permiso. Pero como recuerda Boye la lista de espiados por Pegasus que se ha destapado es de 65 políticos, activistas y abogados. ¿Dónde están los otros 47? La versión que está presentando el CNI seguiría la línea que hace días que construyen: desacreditar la investigación de Citizen Lab.

Nada cuadra

Poco después, Boye ha vuelto a pronunciarse sobre el espionaje que ha admitido el CNI. De nuevo, a través de Twitter, el abogado ha citado su tuit anterior y ha señalado que la falta de coherencia que presenta el número de espiados admitidos es el resultado de dar tantas versiones sin contar toda la información. "El problema de dar versiones sin tener toda la información es que, al final, nada cuadra", ha sentenciado y ha añadido: "Lo mejor es mantener la calma y hacer una 'investigación efectiva'".

TUIT boye reconocimiento catalangate 2

El impacto del CatalanGate

El escándalo del espionaje masivo a políticos, abogados y activistas del espacio independentistas ha estropeado las relaciones entre los partidos del Govern y la Moncloa. Esta crisis llega con una respuesta tenue de algunos miembros del Gobierno y beligerante por parte de otros que no satisface en ningún caso el independentismo. Todo está desembocando en que el plan anticrisis que planea aprobar el Gobierno cuelga de un hilo, después de perder la confianza de los partidos independentistas con representación en el Congreso.

La actuación de ministros como Margarita Robles minan todavía más relaciones entre el Gobierno y sus aliados en el Congreso. Sin embargo, desde la Moncloa se cierran filas en torno a sus ministros y se descartan dimisiones como han reclamado varios partidos.