La nueva delegación del Govern en Argentina, que tendrá que cubrir también Chile y Uruguay, ha abierto oficialmente sus puertas en un edificio señorial de dos plantas en el barrio de Belgrano, en la calle Zabala en el cruce con la calle 11 de Septiembre -una fecha también con muchas connotaciones en este rincón del planeta, en qué en Argentina se celebra la muerte de Domingo Faustino Sarmiento, conocido como el padre del aula, y que en Chile se conmemora el aniversario del golpe de Estado de 1973-. La delegación se encuentra al lado de la embajada de Turquía, y cerca de las embajadas Australia, Vietnam y Cuba.

Esta inauguración ha sido uno de los actos centrales del president, Pere Aragonès, en Buenos Aires antes de partir hacia Chile donde concluirá su viaje de nueve días por cuatro países. Durante su parlamento ha recordado que en el Cono Sur hay 50.000 catalanes, 30.000 de los cuales en Argentina, y ha agradecido que este país recibió con los brazos abiertos a los catalanes que huían del fascismo a Europa.

Previamente, ha participado en un encuentro con periodistas argentinos que lo han interrogado sobre las críticas que está recibiendo su viaje a España, y sobre las relaciones con la embajada. Ha explicado que mantendrá la apuesta por el diálogo con el Estado aunque el PP sustituya el PSOE, después de las próximas elecciones, y ha defendido la necesidad de un referéndum para conseguir una "salida democrática" al conflicto independentista.

A preguntas de los periodistas, también ha hecho una reflexión sobre la diferencia entre la transición de Argentina y España. "La gran diferencia entre España y Argentina es que Argentina purgó su dictadura. España no. Pactó con ella. El jefe del Estado, el Rey, lo fue porque fue nombrado por el dictador", ha recordando, añadiendo que después se incorporó esta función en la Constitución. El president ha subrayado que para las víctimas de la dictadura es muy diferente encontrarse con los responsables de la dictadura juzgados o encontrarlas en posiciones destacadas y "eso ha pasado mucho en España".

No ha sido fácil abrir la delegación. El primer delegado, David Poudevida, fue nombrado el octubre del 2019 y cuando fue cesado marzo del 2022, dos años y cinco meses más tarde, todavía no había abierto delegación. Cinco meses más tarde, en agosto del 2022, se nombró un nuevo delegado, Josep Vives, que es a quien finalmente ha puesto en marcha la nueva embajada catalana.