Hoy se ha roto el silencio de los cupaires. Después de que el jueves por la noche la secretaria general del Parlament anunciara la orden de retirada del escaño de Pau Juvillà, ERC y Junts se han ido tirando los trastos a la cabeza, mientras que la CUP aseguró que no entraría en este juego y se mantuvo en silencio prometiendo que harían declaraciones cuando lo consideraran oportuno. Después del fin de semana, hoy a primera hora lo ha hecho el propio Juvillà en una entrevista en Catalunya Radio y después el ahora exdiputado ha ido al Parlament, desde donde ha comparecido en una rueda de prensa conjunta de todos los diputados anticapitalistas donde ha tomado la palabra Eulàlia Reguant. No ha entrado mucho en el detalle de la cronología de los hechos y es que la CUP todavía no tiene claro cuándo fue dado de baja Juvillà, ya que a pesar de que la secretaria general del Parlament diga que fue día 4, los anticapitalistas insisten en que el día 3 no fue convocado al pleno. Sea como sea, han pedido a ERC y Junts que desistan de "mesas de monólogo y vías mágicas", en referencia a la mesa de diálogo que apuntala ERC o de propuestas sin detalles como la que hizo ayer la presidenta del Parlament, Laura Borràs.

"La mesa no ha servido para resolver la resolución del conflicto. La vía del diálogo es intransitable porque el Estado no tiene ninguna voluntad. La propuesta de levantar la DUI desde la retórica no lleva a ningún sitio, sino que nos conduce a la frustración y a dar golpes contra la pared", ha declarado Reguant, que ha reivindicado la propuesta de los cupaires para solucionar el conflicto, una propuesta que asegura que pasa porque el independentismo tome la iniciativa asumiendo que la resolución del conflicto no se dará dentro del marco del Estado español y que hay que orientarlo a nivel internacional, dejando de lado la mesa de diálogo y apostando por un boicot al Estado y caminar para hacer posible el referéndum de autodeterminación dentro de esta legislatura.

 

Más allá de la propuesta, la diputada anticapitalista ha negado conocer la propuesta concreta en la cual Borràs hizo mención ayer de "desobediencia colectiva", una propuesta que la presidenta de la Cámara asegura que fue rechazada por ERC y CUP. Según los anticapitalistas, durante estas últimas semanas han puesto varias propuestas sobre la mesa y dijeron que sí a todas las que iban en la línea de defender los derechos de diputados y la soberanía del Parlament.

Por otro lado, después de que esta mañana varios grupos hayan pedido la dimisión de Borràs, los cupaires han dicho que hacen falta más explicaciones pero que no entrarán en el debate sobre si tiene que dimitir o no. Además, preguntada sobre las acusaciones de Junts diciendo que la CUP tenía la intención de sacrificar a Borràs cuando pidieron la delegación de voto a Juvillà, Reguant ha asegurado que no quieren "poner a nadie en la picota", y que su objetivo no es, en ningún caso, generar más represión.

Un escaño que queda vacío

Reguant también ha explicado, como ha hecho Juvillà por la mañana, que hasta que el Tribunal Supremo no resuelva las medidas cautelares que presentaron tanto el Parlament como Juvillà, no sustituirán su escaño por la siguiente en la lista: "A medida que recibamos la comunicación del Supremo la valoraremos y decidiremos el siguiente paso", ha explicado Reguant.

Además, la formación anticapitalista ha querido dar un grito de alerta ahora que la Junta Electoral Central ha ganado la partida: "La represión se va normalizando. Lo que más nos preocupa es ver cómo se está normalizando la represión del Estado. Hay que revertir la situación, hace falta poner presión al Estado y no ponérnosla a nosotros mismos", ha reivindicado Reguant, que ha pedido abordar la represión desde aquello colectivo, no solo desde las fuerzas independentistas y las entidades soberanistas, sino también yendo más allá y poniendo en el centro a las 4.000 personas represaliadas.