Jaume Alonso-Cuevillas ha explicado desde su vertiente de abogado, por qué la presidenta del Parlament, Laura Borràs, anunció que la delegación de voto de Pau Juvillà no había sido aceptada. Y lo ha razonado, a la vez, con una crítica como diputado de Junts hacia el papel de la CUP: "Estuve hablando hasta la madrugada con la presidenta Borràs y desde la CUP decían, 'sí, te acompañamos presidenta' pero era hasta la punta del precipicio y para que se cayera ella sola. Ayer fue el detonante, ayer era evidente que Juvillà no podía votar por conflicto de intereses, tampoco pudo votar el 17 de diciembre. Quien ha querido hacer creer lo contrario que sí se podría es la CUP. Querían enviar a Borràs a la papelera de la historia o a la papelera del código penal y encima decir que solo hacía escenificación", en declaraciones a Aquí Cuní de Ser Catalunya. Cuevillas revela qué le aconsejó: "Le dije a la presidenta que no aceptara la delegación de voto". Un Cuevillas que también es presidente de la comisión del Estatuto del Diputado y entró hace diez días en el caso Juvillà para hacer las interpretaciones legales de todo lo que Junts requería.

"Constato un fracaso colectivo"

El abogado pone el acento en la CUP pero envía otro mensaje, de rebote, a Esquerra y pide a todas las fuerzas independentistas que refuercen su unidad. "Todo eso es la constatación de un fracaso colectivo. Estamos en manos de funcionarios que se sienten amenazados y perseguidos, y este embate, en estas condiciones tan difíciles, con funcionarios en contra y atemorizados solo podrá funcionar con una gran fuerza única de los tres partidos independentistas. Ahora mismo, veo que no hay esta voluntad, se juega al tacticismo. Todos los movimientos están pendientes de la demoscopia y el corto plazo, por eso digo que es la constatación de un fracaso: o tenemos la unidad del independentismo o no vamos a ninguna parte".

Cuevillas, después de la reflexión sobre el papel del independentismo, rápidamente vuelve a poner la mirada únicamente en los cupaires: "No había ninguna voluntad por parte de la CUP y querían forzar a la presidenta a incurrir, no solo a una desobediencia sino en otros ámbitos como una usurpación de sus funciones. Le dije 'presidenta no se entregue si no tiene garantías'". Por otra parte, el diputado también ha explicado que inicialmente había una propuesta de llegar hasta el final por parte de Esquerra, Junts y la CUP, basada en "dejar los escaños vacíos o no cobrar las vacantes de forma colectiva" pero lamenta que todo se desinflara cuando tocó pasar a la práctica: "Todo el mundo decía 'sí, hagámoslo' pero cuando entra el abogado a pedir concesiones nadie dice nada. Además, es complicadísimo avanzar con la CUP porque para cada párrafo necesitan hacer una comisión, etc".

"Hay un clima de pánico absoluto entre los trabajadores del Parlament"

Así pues, ¿cuál ha sido el desarrollo de los hechos en los últimos días? Nuevamente, la interpretación técnica y la política se mezclan: "No podemos afirmar con un monosílabo que Pau Juvillà es diputado o no. Jurídicamente yo considero que es diputado ya que mientras el Supremo decide si sí o si no, no se puede ejecutar. Pongo de ejemplo siempre el urbanismo: si pides la suspensión de demoler una vivienda, no te lo puedes cargar hasta la última decisión. Desde el punto de vista práctico ya dije que costaría mantenerlo porque requiere de la acción directa de servidores públicos y hemos visto un clima de pánico absoluto entre los trabajadores del Parlament". Ayer jueves, la cámara aprobó el dictamen que defiende que el diputado de la CUP Pau Juvillà preservara su escaño, y lo hizo sin haber convocado Juvillà al pleno y también sin aceptarle el derecho al voto. Para sumar contradicciones, la CUP decidió no votar el dictamen que elaboraron precisamente los anticapitalistas con ERC y Junts, y así se lo hizo porque consideran que si no ha sido convocado ni tiene derecho al voto, se está contradiciendo el mismo dictamen que se había aprobado. Sobre los hechos, Cuevillas responde: "Ayer, lo que pasó, es que Pau Juvillà no podía votar. No sé si no activaron el voto electrónico por un tema de miedo o tiempo. Muchas de las funciones inherentes no se podrán ejecutar". Así pues, ¿qué alternativa le queda al independentismo en este caso concreto y en sus aspiraciones generales?: "Yo no estoy diciendo que no hemos de desobedecer pero tenemos que librar aquellas batallas que podemos sacar un deber político, como por ejemplo investir al president Carles Puigdemont aunque el TC le retirara a los cinco minutos. Creo que estamos en una situación que cada día hace más necesario hacer acciones decididas hacia la independencia". Y vuelve al inicio: "Es difícil pero si cada partido va a la suya, es imposible".