Después de unas elecciones extraordinarias y de la apertura de una legislatura que no se parece a ninguna otra, tampoco la investidura del futuro president de la Generalitat podía ser usual. Nunca en diez legislaturas desde la recuperación del autogobierno en 1980, se habían superado las dos primeras votaciones sin conseguir investir al president.

En el 2010, Artur Mas, que contaba curiosamente con el mismo número de diputados que ahora, 62, pero con CiU, fue investido por primera vez president en segunda votación gracias a la abstención del PSC.

Este mediodía, caras largas en el grupo de Junts pel Sí durante la reunión que los diputados han celebrado al acabar la segunda votación fallida.

Al salir del pleno, y mientras los miembros de JxSí estaban reunidos en la sala de grupos del Parlament, en el extremo opuesto del pasillo los integrantes de la Mesa acudían a la cita con la Junta de Portaveus y lo hacían con la requisitoria bajo el brazo que les acababa de entregar un funcionario del TSJC para darles a conocer la decisión del Tribunal Constitucional de suspender la resolución sobre el inicio del proceso para la creación del Estado catalán.

Ante sus diputados, Artur Mas, Oriol Junqueras y Raül Romeva han repasado los movimientos que se han producido en las últimas horas para tratar de encontrar un acercamiento con la CUP. No ha habido debate.

Cita en Poblet

El debate se producirá mañana en una reunión plenaria de todo el grupo que se celebrará en Poblet, con la confianza de que el ora et labora de la regla de sant Benet que rige esta histórica comunidad monástica inspire los trabajos del grupo. Pero fuera de la reunión ya se han escuchado voces inquietas.

Hay inquietud entre diputados y no diputados independentistas que no acaban de entender que no sea posible cerrar un acuerdo –ayer, el republicano Joan Tardà pedía dar un cheque en blanco a la CUP–, y hay malestar entre diputados convergentes irritados por la respuesta cerrada de los cuperos ante las cesiones de Mas.

En la reunión, sin embargo, no se ha dicho nada de todo eso. Quizás mañana, cuando se abra el debate. En cualquier caso tampoco se espera ningún cambio de posiciones.

Ante el pleno, el president acababa de explicar la propuesta que había planteado la noche antes a la CUP para mirar de encontrar un acuerdo.

Tres áreas de gobierno

En primer lugar, ofreció estructurar el futuro ejecutivo en “tres áreas de gobierno compartidas con el president de la Generalitat”, que serían: Economía y Participación, con cinco departamentos; en segundo lugar, Asuntos Institucionales y Transparencia y Asuntos Exteriores, que tendría, cuatro departamentos; y Estado del Bienestar, con cuatro conselleries. En total, 13 departamentos, coordinados por el president de la Generalitat, pero con funciones delegadas que ocuparían, respectivamente, Oriol Junqueras, Raül Romeva y Neus Munté.

En segundo lugar, Mas ha ofrecido someterse a una moción de confianza al cabo de diez meses del inicio de la legislatura. “Si el Govern no la supera, hay que investir a otro president”, ha recordado el president en funciones de la Generalitat.

En la primera intervención, Mas ha advertido a la CUP que si el independentismo cuenta con una mayoría inapelable (y absolutamente inédita en la historia reciente y pasada) de 72 diputados en la Cámara “lo tiene que demostrar por la vía de los hechos. “A base del inmovilismo puro y duro, las cosas se deterioran y se pudren”, ha remachado recordando que esta situación se ha producido en las relaciones con el Estado y confiando en que no pase con Catalunya.

El tiempo se agota

Y el tiempo que se agota. Tanto en la primera intervención como en la segunda, el presidente en funciones ha advertido a la CUP que la decisión no se puede hacer esperar demasiado. “Los márgenes no son legales sino también de oportunidad política”, ha advertido.

Pero la CUP tiene también sus ritmos. Y sus reuniones, entre las cuales destaca la que hay convocada para el 29 de noviembre para analizar la situación y fijar posición ante las conversaciones con JxSí. Pero también el secretariado de esta noche.

De momento, los movimientos de Antonio Baños en su escaño, que por cierto ha cedido definitivamente a Anna Gabriel para pasar a ocupar el de portavoz, son analizados con lupa.

'No tranquilo' de Baños

Esta mañana, lo máximo que ha ofrecido Baños es uno “no tranquilo”, mostrándose sabedor que en momentos clave la falta de unidad en Catalunya ha sido absolutamente letal. “Creemos en la lealtad en las negociaciones, en la palabra dada y en volver y volver”, ha subrayado el parlamentario cupero.

En los escaños de JxSí se ha querido ver con esperanza el hecho de que no citara el veto a Mas en la intervención. Ha sigo en la segunda, y en réplica al resto de la oposición cuando ha insistido. “Hay una solución muy sencilla”, ha dicho, además de quejarse por el hecho de que trascendiera la reunión de la noche del miércoles en el Palau de la Generalitat.

Baños no ha sido el único en hacer reproches. También en la réplica, Mas ha lanzado un aviso. El acuerdo no puede tardar mucho y todo el mundo se tendrá que mover.