Como si de una estrella musical se tratara, Oriol Junqueras ha dedicado hasta dos bises a en su actuación en el mitin de Esquerra Republicana, este jueves en Vilanova i la Geltrú. Ha sido el penúltimo día que subía al escenario, el último antes del acto de cierre que celebrarán los republicanos mañana a las Cotxeres de Sants de Barcelona. El presidente de ERC ha sido el contrapunto del candidato de los republicanos durante la campaña. Ha aportado la dosis de sentimiento que le falta a Pere Aragonès, a quien los estrategas del partido han reservado el perfil institucional, de gestor.

Si su retorno en un mitin, ahora hace dos semanas vino cargado de emoción y un punto de rabia, Junqueras ha seguido tirando del hilo de la carga emotiva. El domingo pasado, en el acto central celebrado en Girona, dobló la apuesta. Lo hizo introduciendo en escena lo que ha bautizado como "comité de campaña B", que son a los compañeros presos comunes de Lledoners con quien ha trabado amistad. Uno de ellos, explicó, le recomendó que hiciera un puñetazo encima del atril reivindicando su encarcelamiento para exigir la ciudadanía que su sacrificio merece ser recompensado yendo a votar por ERC en las próximas elecciones.

Desde el domingo, lo ha repetido cada día. También hoy. "No nos dejéis solos", ha implorado el exvicepresident, "más allá de disgusto y tristeza motivado por la pandemia, sabeo que nadie está tanto comprometido con la justicia social y con la República como nosotros".

Este jueves Pere Aragonès no ha participado en el mitin, porque está ultimando los detalles del debate definitivo de candidatos que se organiza La Sexta esta noche. En su nombre, Junqueras ha pedido el voto de la gente "honesta y honrada". Si todos ellos, ha dicho, "votaran el único partido que no ha tenido ningún caso de corrupción, ERC arrasaría y este país sería un país libre y un país justo".

Por la mañana, Aragonès ha ido un paso más allá del pacto anti-PSC suscrito ayer con el resto de fuerzas independentistas. El candidato republicano ha prometido no aceptar los votos del PSC para una investidura.

Basta de recortes, basta de austeridad

En un intento de desmarcarse de Junts per Catalunya, a quien ERC sigue definiendo como los herederos de Convergència, los republicanos apuestan por un discurso marcadamente de izquierdas. "Nunca más seremos esclavos de la austeridad y los recortes", ha señalado la número dos de la lista, Laura Vilagrà.

En los mismos términos pero con otra expresión lo ha dicho también Roger Torrent, número tres de los republicanos, que ha pedido el voto por ERC para garantizar que pueda presidir un gobierno soberanista, independentista y progresista "que acerque a la República pero también a la salida de la crisis por la izquierda, sin recortes."