Tampoco hoy la acusación popular ha tenido oportunidad de abrir la boca en los interrogatorios a los miembros del Govern que han declarando ante el Tribunal Supremo. Eso no quiere decir que no hagan ver su opinión. Y no sólo con la explícita indiferencia con que siguen una sucesión de declaraciones ante las cuales no pueden intervenir.

Esta tarde, cuando el presidente del Tribunal, Manuel Marchena, ha preguntado a Dolors Bassa si tenía intención de responder a la acusación popular, la consellera ha sido clara y directa: "No, por respecto a las mujeres de España. Tolerancia cero en violencia de género", ha argumentado.

Los abogados de Vox que representan a la acusación popular, el número dos del partido, Francisco Ortega, y Pedro Fernádez, han acogido las palabras de a consellera con sonrisas irónicas. Han alargado la escena intercambiado comentarios entre sonrisas.

Ha sido la misma reacción que han tenido cuando por la mañana Josep Rull ha argumentado que no respondía a las preguntas de un partido de extrema derecha.

Pero la sonrisa se ha borrado pronto. Tan rápido como han podido constatar que iban pasando las horas y se iban encadenando declaraciones mucho más allá de las 18 horas en que está previsto acabar las sesiones.

El presidente del Tribunal, Manuel Marchena, ha puesto la directa en los interrogatorios para cumplir el calendario que él mismo ha expuesto a primera hora de la mañana. Se trata de hacer "un juicio sin dilaciones", según sus palabras. Por eso, pasadas las seis de la tarde, cuando ha acabado Bassa, las declaraciones seguían con Meritxell Borràs. Y más tarde de las 8 de la noche, todavía anunciaba la intervención de Carles Mundó.

La vista se ha prolongado tanto que ha obligado a un parón de cinco minutos a petición de uno de los miembros del tribunal, lo cual ha permitido a otros de los presentes abandonar también la sala unos minutos. A pesar de todo, y por aquello de evitar "dilaciones", la pausa ha sido tan breve que cuando ha vuelto el miembro del tribunal que se había ausentado, Marchena ha pedido a los abogados si podían seguir aunque faltaban aún algunos acusados y miembros de las defensas.

El presidente del tribunal ha cogido a rajatabla las explicaciones de la consellera Bassa sobre que en la política catalana es habitual terminar a horas intempestivas. Con todo, el abogado de Jordi Sànchez, Jordi Pina, ha recordado a Marchena que su defendido tendrá que declarar este viernes, que lo hará después de levantarse a las 6 de la mañana para llegar a la hora al tribunal y aún les esperaba el viaje de vuelta a Soto del Real.

La tarde ha sido larga, pero también intensa en el Supremo. Bassa y Borràs han insistido en los argumentos sobre el referéndum y la declaración de independencia. La consellera de Governació se ha emocionado al recordar la muerte de su padre. De hecho, al olvidar que esta fue la razón por la cual no pudo recoger uno de los requerimientos judiciales que se le hizo llegar al Govern.

Con todo, el momento de más tensión de la tarde, lo han protagonizado al fiscal Javier Zaragoza i el conseller Carles Mundo. "Vamos a evitar el debate", iba reclamando Marchena ante un cara a cara con momentos de alto voltaje. A las nueve y cuarto de la noche, finalmente, se ha levantado la sesión.