Meritxell Borràs ha empezado su declaración este miércoles ante el Tribunal Supremo visiblemente nerviosa. Y finalmente no ha podido resistir más y ha estallado a llorar, después de recordar que no pudo recoger las notificaciones del Tribunal Constitucional por la muerte de su padre. Ha llegado hasta tal punto que el presidente de la sala, Manuel Marchena, ha tenido que preguntar a la exconsellera si podía seguir declarando.

El momento ha sido cuando su abogada, Judith Gené, le ha preguntado por las "dificultades" para recoger las providencias del TC. "¿Recuerda el 12 de septiembre del 2017, personalmente, ¿qué le afectó, por qué no estaba en las comisiones de gobierno?", le ha pedido la letrada. La cuestión ha llegado después de que la fiscalía insinuara una "desbandada" para no recogerlas. En aquel momento, la acusada no ha recordado el hecho trágico.

"Yo no estaba en el gobierno aquel día", ha respondido Borràs con la voz rota, y después ha tenido que pedir disculpas. "Había fallecido mi padre el día anterior", ha relatado la exconsellera de Gobernación. También ha explicado que no puso obstáculos para las notificaciones a la letrada del TSJC.

Estas circunstancias han obligado al juez Manuel Marchena a interesarse por la acusada. "Si se encuentra mal o tenemos que interrumpir la declaración, lo hacemos sin problema", le ha dicho al magistrado. Borràs ha respondido que podía seguir.