Tenía que ser un día corto y con poca sustancia. Pero no ha sido así. "Es un juicio extraño", como dicen algunos abogados. Y hoy la sesión ha tenido nuevos elementos que, sin entrar a demostrar ningún delito, han dado un toque diferente a la semana, que ya es bastante extraordinaria por las pocas horas que se dedican y porque la mayoría de testigos están procesados y han declinado declarar.

No ha sido así en el caso de Albert Royo, responsable del Diplocat, que se ha esforzado en separar la institución dirigida por un consorcio de la Conselleria d'Exteriors, del Govern y del referéndum.

A pesar de estar imputado por el juzgado de instrucción 13 de Barcelona, Royo ha dado todas las explicaciones que se le han pedido. Se busca probar la malversación también por la acción exterior y en el pago de los supuestos observadores internacionales del 1-O.

Royo ha explicado que formaban parte de la actividad habitual del Diplocat y que vinieron a Catalunya del 29 de septiembre al 2 de octubre, dentro del programa de visitas internacionales, y que en muchos de los casos sus partidos o instituciones por las que trabajaban les pagaron el desplazamiento.

Pero la mañana ha empezado como nadie se esperaba. Acostumbrados a ver como los testigos marean a la fiscalía, hoy ha habido un golpe sobre la mesa tanto del presidente del tribunal Manuel Marchena como del fiscal Jaime Moreno. Y quien ha recibido ha sido Jaume Mestre, que estaba respondiendo tranquilamente pero sin ratificar nada y en algunos casos sin dar muchos detalles o más bien pocos.

Lo que ha provocado, primero, un toque de alerta de Marchena por falso testimonio y, después, del fiscal que lo ha denunciado. Hasta que no haya sentencia, sin embargo, no se sabrá si el Tribunal Supremo da curso a la denuncia de falso testimonio. Para lo que sí que habrá servido es para advertir a los testigos que vengan a partir de ahora que no se salgan por la tangente ante la fiscalía, como han hecho los representantes de Unipost y Artyplan, los informáticos y diseñadores.

Hacerse el loco ya no cuela ante el Tribunal Supremo y la fiscalía.

Varios testigos han declarado que la campaña de TV3 entraba dentro de las campañas institucionales gratuitas que emitía la televisión catalana, pero la responsable de la CCMA Núria Llorach hizo dos facturas que el fiscal saca siempre que puede. Dos facturas, sin embargo, que nadie reconoce que se hayan pagado. Llorach no declaró porque está imputada y se acogió a su derecho de no responder en este juicio. Por lo tanto, no se puede contrastar la información de Mestre.

Mañana, más

Mañana viene al Tribunal Supremo el major de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero. No sabemos todavía si declarará. Es muy probable que se quiera explicar sobre las decisiones que él mismo tomó con respecto al dispositivo del referéndum. Está imputado por la Audiencia Nacional y pendiente de juicio, y todo lo que diga puede afectar a su causa, pero, como dicen algunos de los abogados, este también es un juicio a Trapero sin estar procesados. Por lo cual verían lógico que viniera y declarara. Muy probablemente no se sabrá si habla o no hasta que esté en el estrado. Por si acaso, le han cambiado la hora y comparecerá por la mañana.

Además, están citados responsables de Difusió y Presidència como Antoni Molons, que no declarará porque está imputado, y Teresa Prohias; David Badal, de Afers Socials; Felipe Martínez, subsecretario de Hisenda, y los tres imputados que están en el origen de la causa de instrucción 13: Josep Maria Jové, Santi Vidal y Carles Viver i Pi-Sunyer. No se espera que declare ninguno de los tres. Pero todo es posible en este juicio.