La semana se preveía extraña, pero, entre la falta de organización del tribunal y lo que explican los testigos, o lo que no explican, está siendo estrambótica. Y sólo estamos a la mitad.

Todavía faltan los dos días "fuertes", que pueden acabar haciendo aguas como este lunes y martes.

Hoy sólo han declarado tres testigos de los cuatro previstos. Oriol González está investigado y se ha ido tal como ha venido. Y los otros tres, de la imprenta Artyplan y el diseñador que hizo los encargos del cartel del referéndum, si han dejado algo claro es que ni cobraron ni facturaron ni recibieron ningún encargo de la Generalitat.

Un día más, por lo tanto, que la fiscalía no puede probar la malversación. Una fiscalía que está obsesionada en vincular a Antoni Molons, el responsable de Difusió, para demostrar que la Generalitat estaba detrás de todos los encargos e hizo el pedido directamente. Y una fiscalía que esconde la cabeza cada vez que el abogado Jordi Pina pregunta si recibieron algún encargo de la Generalitat y la respuesta es "no".

Ante unas sesiones con poco contenido, sube la dosis de surrealismo con el "tal Toni" que ha amenizado la tarde de hoy durante un interrogatorio delirante del fiscal Jaime Moreno.

Enric Vidal, el diseñador que encargó a las imprentas los carteles de las vías del tren, ha afrontado un interrogatorio de tercer grado de Jaime Moreno, en algunos momentos con ciertas dosis de surrealismo, que no ha sacado el agua clara de nada. "¿Un tal Toni y no sabía qué tenía que cobrar?", ha insistido el fiscal para intentar saber si la Generalitat pagó al diseñador y pactó un contrato en una reunión en el Hotel Colón.

Después de Vidal ha declarado Enric Marí, comercial de Artyplan. Marí recogió el encargo el 7 de septiembre de los carteles de la campaña del referéndum de Òmnium Cultural. Ha admitido que se hizo un presupuesto y que a veces Òmnium hacía encargos que se tenían que facturar "a la ANC o a algún partido político". Y ha negado que facturara nada a la Generalitat. También ha asegurado que la factura de 17.250 euros, finalmente, "no se cobró porque el material no se llegó a entregar".

La mañana todavía ha sido más exprés en el Tribunal Supremo. La sesión ha durado un cuarto de hora. El primer testigo ha saltado porque está imputado y la segunda no ha podido aportar muchas novedades. Rosa Maria Sans, de la empresa impresora Artyplan, ha seguido el hilo de ayer de Unipost. No sabía quién hizo el encargo y no hizo factura. Y sin factura ni pago es difícil probar el delito de malversación.

La obsesión de la fiscalía con Òmnium

El fiscal Jaime Moreno ha empezado el interrogatorio preguntando sobre la vinculación del testigo Enric Vidal con Òmnium.

Mañana, más

Mañana también se espera un día poco productivo. De los tres testigos de la mañana, Jaume Mestres, Amadeu Altafaj y Alberto Royo, la única declaración confirmada es la de Mestres, responsable de Difusió, que no está imputado. Altafaj, delegado de la Generalitat a la UE, y Royo, del Diplocat, no declaran porque están procesados por el juzgado de instrucción 13 de Barcelona.

Amadeu Altafaj, que vive en Bruselas, ni siquiera vendrá para decir que no puede declarar. Ha hecho la gestión, primero por fax y después vía llamada telefónica, con la secretaria judicial.

Por la tarde hay previstos dos observadores internacionales del 1-O: Paul Sinning y Helena Catt.