Declaración incómoda de Josep Lluís Trapero. Para él, porque está imputado por la Audiencia Nacional y cualquier cosa que diga le puede ir en contra, y para Joaquim Forn, que hoy por hoy está asumiendo la responsabilidad política de lo que hicieron y no hicieron los Mossos d'Esquadra el 1-O.

El momento clave son las reuniones del 26 y el 28 de septiembre, donde la cúpula de los Mossos, con Trapero al frente, advirtió al Govern de Puigdemont que había riesgo y que tenían que suspender el referéndum. Esta reunión, que ya se había explicado antes, Trapero la utiliza como carta de defensa en su proceso para demostrar que él trató de cumplir las órdenes y que la responsabilidad era política.

También es la pregunta clave en este juicio donde Trapero interviene como testigo. Y justo cuando la ha hecho el fiscal Javier Zaragoza, ha saltado el abogado de Joaquim Forn, Xavier Melero, para impedir la respuesta, que puede ir contra su cliente.

La réplica ha provocado un momento de incertidumbre en el tribunal, que ha empezado a hablar para decidir qué hacían y que finalmente ha cortado en seco la sesión hasta las 16 horas. Será una comida de deliberación por si permiten una pregunta que puede ser clave para el juicio y el desenlace para algunos de los acusados.

Hay dos reuniones. La primera es la del 26 de septiembre, donde asiste Carles Puigdemont, Joaquim Forn, Josep Lluís Trapero y sus dos manos derechas, Ferran López y Joan Carles Molinero. A la del 28, además, se incorporan Oriol Junqueras, Emili Quevedo y Manel Castellví.