El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha afirmado este martes que si los intentos de diálogo del Gobierno con los independentistas no dan resultado, o "si el progreso se hace depender de condiciones imposibles" como se ha apuntado hace unas horas, "entonces habrá que suspender la terapia del ibuprofeno". Eso sí, ha dejado claro que este momento no ha llegado todavía.

Entre estas "condiciones imposibles" ha mencionado el reconocimiento del "nombrado derecho a la autodeterminación, que es un presunto e inexistente reconocimiento del derecho a la secesión", o la puesta en libertad de "ciudadanos que están en prisión preventiva por orden judicial en un país que tiene separación de poderes", entonces habrá que suspender la terapia del ibuprofeno. "Hay algunas personas que son inmunes a algunas medicinas y quizás nos encontramos ante un caso de inmunidad en el ibuprofeno", ha dicho.

En respuesta a una pregunta de la popular Luisa Fernanda Rudi en el pleno del Senado, el ministro ha explicado su metáfora de "política del ibuprofeno" en Catalunya como un intento de "desinflamar" y "rebajar la tensión" para dialogar. Si hace unos meses Borrell dijo que esta política parecía no estar dando resultados, ahora ha señalado que es posible que, en política, "el ibuprofeno no tenga efectos tan rápidos como los que tiene sobre el cuerpo humano".

De esta manera, Borrell ha tirado por el suelo el acercamiento que había tratado de hacer el secretario general del PSC, Miquel Iceta, que posteriormente ha rebajado la vicepresidenta española Carmen Calvo, sobre una posible persona que "tome nota" en la mesa de diálogo bilateral entre partidos.