Un nuevo escándalo ha empapado de impopularidad a la monarquía española. Tras conocerse que Juan Carlos I recibió 1,9 millones de dólares (1,7 millones de euros) del sultán de Baréin, en cada nueva jornada aparecen nuevas informaciones sobre la relación entre el padre del actual rey de España, Felipe VI, y esta monarquía del golfo Pérsico.

De hecho, las relaciones privadas entre Juan Carlos y la casa reinante de Baréin -la misma que en 2011 reprimió sangrientamente las protestas contra la monarquía- han sido largas e intensas. Así lo avanza el digital Vanitatis, que señala que el patriarca Borbón viajó hasta seis veces, en viajes privados, desde que abdicó en 2014.

Desde su abdicación, Juan Carlos se ha prodigado en viajes a las monarquías árabes -de dudoso respeto hacia los derechos humanos-, con tres visitas privadas a Arabia Saudí, tres más a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y las seis citadas a Baréin, donde se dedicó en su tiempo público a conocer instalaciones como el Museo Nacional y el Teatro Nacional.

Es más, las visitas fueron recíprocas. Así, en septiembre de 2019, el rey Hamad bin Isa al Khalifa de Baréin realizó una breve visita privada a Madrid para interesarse por la salud de Juan Carlos.

Con el rey Hamad, Juan Carlos se ha visto en Manama, la capital de Baréin, pero también ha coincidido con él en Abu Dabi (EAU), para asistir a carreras de Fórmula 1. De hecho, en uno de esos viajes para ver carreras de coches, Juan Carlos no tuvo reparos en saludar al príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman, considerado como el autor intelectual del asesinato, en octubre de 2018, del disidente saudí Jamal Khashoggi.