La visita del rey emérito a España se dará por finalizada esta noche de lunes. Un avión privado le espera en el aeropuerto de Barajas a las 22 horas para trasladarlo de vuelta a los Emiratos Árabes Unidos, a Abu Dhabi, después de más de 10 horas cerrado en la Zarzuela con su hijo, el rey Felipe VI, y la reina Sofía. El emérito habrá estado cerca de 100 horas en territorio español, donde no ha comparecido, ni ha atendido a los medios de comunicación para aclarar los escándalos relacionados con la Casa Real. Juan Carlos I ha mantenido un viaje de vuelta con muy poca presencia mediática y que tan sólo ha consistido en un fin de semana a Sanxenxo y el reencuentro con la familia real a puerta cerrada. También ha aprovechado para visitar a su amigo íntimo Pedro Campos. De hecho, entrando en el chalet de este amigo ha sido donde ha dicho el titular que podría resumir el corto retorno del emérito. Preguntado por si daría algún tipo de explicaciones sobre los escándalos que rodean su figura, ha respondido: "¿Explicaciones de qué?".

Felipe VI y Juan Carlos I han mantenido un extensísimo encuentro a solas al Palacio de la Zarzuela, que se ha alargado más de cuatro horas. El rey y el rey emérito hacía 21 meses que no se veían después de la salida de Juan Carlos I a Abu Dabi por los problemas judiciales. Más tarde se ha producido una comida familiar dónde han asistido la infanta Sofia, la reina Sofia, la infanta Elena y sus hijos, la infanta Margarita y Carlos Zurita. Según un comunicado emitido por la Casa Real, la reina Sofía no ha podido compartir la comida porque era positiva en covid desde su retorno de Miami. Aun así, ha estado con toda la familia real en el comedor, siempre portando la mascarilla sanitaria y asegurando una buena ventilación de la sala. Según la Casa Real, no está previsto que se distribuya ninguna fotografía, puesto que se quiere reservar como una "reunión familiar".

 

La visita de Juan Carlos I siempre ha estado muy alejada de los micrófonos, para evitar provocar ninguna metedura de pata que manchara más el nombre de la familia real. "Yo he venido aquí a normalizarlo todo", ha dicho el emérito varias ocasiones desde Sanxenxo. El monarca no se ha escondido de las cámaras, pero se ha negado a hacer ninguna declaración muy elaborada para no tensar más la cuerda entre la Zarzuela y la Moncloa, ya que la portavoz del ejecutivo español, Isabel Rodríguez, ha asegurado que Juan Carlos I "ha perdido la oportunidad de dar explicaciones y de pedir perdón". Rodríguez ha hecho una distinción entre el rey emérito y el actual monarca y ha defendido que Felipe VI está haciendo un "ejercicio formidable para recuperar la transparencia y la ejemplaridad". Por el contrario, la portavoz del ejecutivo español ha lamentado que Juan Carlos I "haya perdido la oportunidad que merece la sociedad española y la democracia".

Dentro del panorama político, la llegada sorprendida del rey emérito ha generado un gran enfrentamiento. Por una parte, los dirigentes del PP dan apoyo a la visita de Juan Carlos. Este sábado, el diputado popular, José Antonio Bermúdez de Castro, ha defendido que "no hay que entrar en polémicas estériles" por las que el rey emérito "no tiene por qué dar explicaciones" sobre su comportamiento, como exige el PSOE. En la otra cara de la moneda se sitúa el PSOE, el ministro de Cultura y Deporte del Gobierno, Miquel Iceta, ha considerado que el rey emérito Juan Carlos I tendría que dar explicaciones "por haber defraudado la confianza de mucha gente y por su especial responsabilidad". En esta línea también se ha manifestado el diputado de Compromiso, Joan Baldoví, que ha insistido en que Juan Carlos I "tiene que dar explicaciones" porque, a su juicio, "tiene más cara que espalda", y ha expresado que siente "vergüenza y pena" que la gente aplauda a una persona que los ha estafado.