Josep Lluís Alay, el historiador que acompañó a Carles Puigdemont en su viaje de Finlandia a Slesvig-Holstein, con el empresario Josep Maria Matamala, y que estuvo presente en la detención en Alemania del presidente de la Generalitat, ha estado presente en el programa Preguntes Freqüents, FAQS de TV3. Allí ha explicado que Matamala y él fueron hasta Finlandia para asistir a Puigdemont en todo lo que necesitara. Han apuntado que en algunos momentos hubo mossos que, de forma voluntaria y aprovechando sus días de fiesta, hicieron de chóferes e intentaron proteger al presidente en Bélgica (aunque después tendrían problemas por eso). Ha afirmado que, a pesar de todo, ningún mosso se desplazó a Finlandia.

Los riesgos de Puigdemont

Alay ha explicado que "Puigdemont es consciente de los riesgos que corre cuando sale", pero ha apuntado que tiene que hacerlo para internacionalizar la causa catalana. Apunta que el presidente sabe que "en Bélgica tiene una cierta protección", pero que saliendo de allí "siempre se arriesga" (especialmente en el caso de Finlandia, donde "se arriesgó mucho"). Ha afirmado que Puigdemont quería hacer frente a la euroorden desde su lugar de residencia y que por eso salió a toda velocidad de Finlandia cuando conoció la noticia. Alay ha revelado que el abogado del presidente había comunicado a la fiscalía belga su inminente retorno a Bélgica para presentarse ante la justicia belga. Lo que Alay no tiene tan claro es si las autoridades finlandesas ayudaron al presidente catalán, aunque desde Madrid se sospecha que sí.

La detención

Alay ha explicado cómo detuvieron a Puigdemont: cuando llevaban 3.000 kilómetros recorridos desde Finlandia, en la frontera entre Dinamarca y Alemania, un coche de la policía de Slesvig-Holstein los empezó a seguir, y más adelante les hizo salir de la autopista y detenerse, y allí el president fue detenido por agentes de varios coches.

Alay, perseguido

Alay, comisionado del Real Monasterio de Sant Cugat, tras retornar a Barcelona, fue perseguido judicialmente por su colaboración con Puigdemont. El historiador fue detenido por una decena de agentes de policía que lo esperaban en el parking de su coche, con coches de paisano. Se lo llevaron con la sirena hasta la comisaría de la Verneda. Declaró ante la Audiencia Nacional, quién lo liberó sin medidas cautelares. Pero Alay ha informado de que la persecución no ha acabado: en este momento está fichado por un delito contra las instituciones del Estado, y si la policía lo detiene en un control será registrado e interrogado, y los que van con él serán identificados e interrogados.

Torra, con Alay

El presidente Torra ha querido agradecer la colaboración de Alay con Puigdemont con un tuit: