La renuncia de Alberto Fernández Díaz a repetir como cabeza de lista del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona en las próximas elecciones municipales ha abierto las especulaciones de cuál será el nombre del candidato en mayo de 2019, una decisión que, vistos los amargos resultados de hace cuatro años —el PP es la sexta fuerza en el consistorio— y todavía los peores augurios de las encuestas —las hay que los dejan fuera de la casa gran— parece más bien una patata caliente de difícil gestión.

Efectivamente, el Partido Popular corre el riesgo de desaparecer de la capital de Catalunya en unos comicios donde el desembarco de Manuel Valls puede hacer mucho de daño al votante tradicional del PP, y la decisión de Alberto Fernández Díaz, baluarte del PP en la plaza de Sant Jaume, de marcharse, no hace más que complicar las expectativas de esta formación. Y todo eso sin olvidar que Vox mantiene la intención de presentarse en las municipales en todos los pueblos catalanes, incluida, claro, su capital.

En este contexto no se prevé que haya primarias ni ningún proceso de selección del candidato más allá de la decisión de Pablo Casado, que con toda probabilidad dará a conocer el nombre del cabeza de lista este domingo. Y quien tiene más números hoy por hoy es Josep Bou, presidente de la patronal unionista Empresaris de Catalunya, un colectivo nacido justo hace cuatro años al abrigo del proceso soberanista y con la única voluntad de devenir una voz política en contra del independentismo y prácticamente sin peso en el entramado empresarial catalán.

Rompecabezas unionista

De hecho, Empresaris de Catalunya es una pieza más del rompecabezas unionista cobijado en Societat Civil Catalana y que cuenta con sectoriales como esta patronal, el casi desconocido sindicato de profesores de secundaria Acción para la Mejora de la Enseñanza Secundaria (AMES), o la entidad Historiadores de Catalunya.

Josep Bou, propietario de una cadena de pastelerías, es la cabeza visible de esta patronal unionista y, como tal, responsable del fiasco de una expedición de empresarios a Perpinyà con la intención de llevar a Catalunya Nord el mensaje apocalíptico de la situación empresarial en la Catalunya del sur, con el resultado de un auditorio de unas veinticinco personas, de las cuales veinte llegaron en el minibus alquilado por la misma patronal.

Asimismo, la patronal, que en pasadas campañas electorales ha organizado desayunos informativos solo con candidatos constitucionalistas, se ha mostrado furibundamente contrario al independentismo y se ha marcado como uno de sus objetivos políticos impedir que los separatistas gobiernen en Catalunya.

Difícil supervivencia

Con esta probable elección, el PP puede intentar recuperar voto del sector duro del unionismo en un momento en que la supervivencia de este partido en Barcelona está en entredicho. Y es que el panorama en el lado denominado constitucionalista pinta negro para los populares. La irrupción de Manuel Valls, la intención de Vox de presentarse y la candidatura del empresario alemán Karl todos a la cárcel Jacobi, no lo pondrán fácil. Quienes más tienen a perder, en todo caso, serán Pablo Casado y Alejandro Fernández, que no se pueden permitir el fracaso de perder presencia en el Ayuntamiento de Barcelona.