Josep Borrell ejerce de anfitrión de la reunión de los ministros de exteriores de los estados miembros de la Unión por el Mediterráneo, que se celebra este jueves en Barcelona. Quien a partir de noviembre será el nuevo jefe de la diplomacia europea ha aprovechado el discurso de bienvenida para señalar que la independencia es un problema. La primera noticia la dio antes incluso de celebrarse, repitiendo el veto en el Gobierno Torra-Aragonès. Por segundo año consecutivo el ejecutivo español no ha invitado al encuentro a ningún representante de la Generalitat, como había sido habitual en ediciones anteriores.

El Foro por el Mediterráneo es una cita intercontinental que reúne anualmente una cuarentena de ministros de la ribera del Mediterráneo que tiene como objetivo profundizar en la cooperación entre los países miembros, en aspectos clave como|cómo pueden ser el cambio climático, las crisis migratorias o el desarrollo económico.

En la intervención inaugural, Borrell ha expresado cuáles son las principales preocupaciones de la política exterior europea. Está aquí donde ha identificado "los retoños populistas y nacionalistas que resquebrajan los valores de la Unión Mediterránea". Antes, sin denominar eso sí el caso catalán, ha advertido que "no se trata de independencia sino de interdependencias".

Precisamente tras él ha tomado la palabra quien aún ocupa el cargo que ostentará Borrell dentro de tres semanas. Antes pasarle el testigo, la italiana Federica Mogherini le ha marcado el paso, poniendo el énfasis en la necesidad de que "en una época de confrontación como la nuestra, aunque sea una confrontación regional, es importante explorar las vías de diálogo y los espacios de cooperación". Y ha añadido que "en una época en que prevalece el unilateralismo hacen falta espacios como éste".

La de hoy es la cuarta vez que Barcelona acoge un encuentro que, hasta que Borrell llegó al ministerio de Exteriores había contado con la participación de la Generalitat. De hecho, en el año 2017, Carles Puigdemont fue el encargado de pronunciar el discurso inaugural. Habló en tres lenguas, catalán, castellano, inglés y francés.