Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, ha declarado durante una hora y media ante el Tribunal Supremo y se ha reafirmado en el ataque a la democracia que supuso intentar impedir la votación del 1-O. Pero también ha hecho una declaración claramente pensada con el objetivo de salir de la prisión y en este sentido ha declarado que el único referéndum válido será el que convoque el gobierno español.

Cuixart es el único de los tres presos políticos de los que declara hoy que no se ha presentado a las elecciones y no tiene ninguna responsabilidad política, ni en el Govern anterior ni en el que se pueda formar ahora después de los comicios del 21-D.

La estrategia de defensa está claramente enfocada a sacarlo de la prisión, sea como sea. Y en este sentido se han dejado de lado los equilibrios para hacer una declaración clara que asuma la Constitución española. En la misma línea ha ido la declaración de Jordi Sànchez, que ha declarado que si se opta por la vía unilateral, renunciará al escaño de diputado en el Parlament.

Con todo, Cuixart ha explicado ante el magistrado Pablo Llarena que todas las organizaciones, incluyendo sindicados —CCOO y UGT—, partidos políticos y entidades, "siempre han pensado que impedir que la gente votara era un ataque a la democracia".

El presidente de Òmnium ha declarado que el 20 de septiembre, delante del Departament de Vicepresidència i Economia, "se pidió a la gente votar en el referéndum" y que en "ningún momento nadie los avisó de que estaban cometiendo una ilegalidad".

Igual que Sànchez, Cuixart ha explicado que se dieron instrucciones claras de disolver la concentración del 20 de septiembre delante de la Conselleria de Economia y que, más allá de hacerlo sobre los coches de la Guardia Civil, lo hicieron en la calle y también sobre el escenario donde se estuvieron haciendo durante toda la tarde las actuaciones musicales.

Jordi Cuixart ha recordado durante la declaración sus "profundas convicciones pacifistas".

El presidente de Òmnium ha respondido a todas las partes menos a la acusación popular, representada por VOX.

La abogada de Jordi Cuixart, Marina Roig, presentará la semana que viene las alegaciones para que el presidente de Òmnium Cultural salga de la prisión esperando que la declaración de hoy ayude a Llarena a hacerle decidir que levante la medida cautelar de prisión provisional.