El abogado del presidente de la Generalitat en el exilio Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, ha reaccionado en Twitter al dictamen de la Junta Electoral Central (JEC) sobre la condición de eurodiputado de Puigdemont. En un críptico e irónico tuit, Boye, ha escrito: "Aclarado, la tierra es plana...". Un mensaje conciso e irónico que pone de manifiesto el desacuerdo del abogado con este dictamen de la JEC que contradice el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. La reacción de Boye llega después de la decisión de la JEC de dictaminar que Puigdemont no tiene la condición llena como eurodiputado si no pasa por Madrid a recoger el acta.
Este jueves, la Junta Electoral Central ha dictaminado que el presidente de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, tiene que acudir a Madrid para recoger su credencial de eurodiputado. Concretamente, la Junta Electoral Central ha dictaminado que Puigdemont "no ha adquirido su condición llena de diputado en el Parlamento Europeo porque no ha cumplido el requisito de acatamiento constitucional", posicionando así en contra del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. A causa de eso, la JEC pide que el escaño de Puigdemont "quede vacante temporalmente", hasta que no se produzca este acatamiento, y que consecuentemente Puigdemont pierda sus derechos como eurodiputado.
El posicionamiento de la JEC es el mismo tanto para Puigdemont, como para Toni Comín y Clara Ponsatí, de Junts per Catalunya, y Jordi Solé, de ERC. Este dictamen de la Junta Electoral Central se ha producido a consecuencia del cual la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, preguntara a la JEC si podía confirmar que estos tres eurodiputados se encontraban a la lista de 59 cargos proclamados electos a las elecciones europeas del año 2019, después de que el comité de Asuntos Jurídicos de la cámara no pudiera verificar las credenciales de los eurodiputados.
Después de las elecciones europeas del 2019, la JEC reconoció que Puigdemont, Comín, Ponsatí y Solé habían sido elegidos, pero posteriormente no les incluyó en la lista que tenía que enviarse a Bruselas, dado que no acudieron en el Congreso de los Diputados para jurar o prometer la Constitución española, ya que en aquel momento ya estaban en el exilio. Seis meses más tarde, la Eurocámara reconoció los escaños de los dos políticos exiliados, de la misma manera que pasó con Ponsatí, que poco después, ocupó uno de los escaños que dejaron vacíos a los eurodiputados ingleses con la aprobación del Brexit. En el caso de Jordi Solé, hay una diferencia y es que asumió el escaño sin jurar la Constitución, pero, en cambio, sí que se presentó en el Congreso.