El intento del ministerio de Enseñanza francés de frenar la ley de lenguas llevándola al Consejo Constitucional está resquebrajando el partido del presidente Emmanuel Macron, la República en marcha. El diario Le Monde afirma que se están produciendo "ajustes de cuentas" a las puertas de las elecciones regionales francesas, previstas para junio.

El diario detalla que la diputada macronista Aurore Bergé, y hasta 61 diputados del grupo parlamentario, llevaron el 22 de abril al Consejo Constitucional la proposición de ley de protección de las denominadas lenguas regionales, entre ellas el catalán. Y detalla que eso se hizo con el apoyo del ministro Jean-Michel Blanquer. La ley fue impulsada por el diputado bretón Morbihan Paul Molac, y fue aprobada por el legislativo francés con 247 votos a favor y 76 en contra. Los críticos jacobinos recelan de la inmersión hasta el 50% que prevé la ley, y porque establece que los Ayuntamientos pagarán la escolarización privada en inmersión que ya funciona desde hace décadas en algunas localidades.

Le Monde

"La ley sobre las lenguas regionales crea tensiones en la mayoría parlamentaria", titula Le Monde

Le Monde recuerda que 100 parlamentarios de la República en Marcha votaron a favor de la ley, entre ellos los de la Catalunya Nord y los bretones. Y ahora la tensión se ha trasladado incluso al grupo de Telegram de la mayoría parlamentaria. "Cuando algunos compañeros envían al Consejo Constitucional un texto que la mayoría ha aprobado, sin haberlo discutido en ninguna reunión y en ningún despacho, nos preguntamos sobre la lealtad y la confianza en el colectivo", lamenta el diputado Gaël Le Bohec al diario parisino.

La situación se complica día a día. Tres diputados que firmaron el recurso han presentado una petición ante el Consejo Constitucional, precisando que se retractaban. Y otros se quejan de que la vicepresidenta del grupo parlamentario, Aurore Bergé, convenció a algunos diputados para firmar el recurso presentándolo no como una iniciativa del ministerio, sino del primer ministro, el catalanohablante Jean Castex. Pero parece que eso no era cierto.

El presidente del grupo parlamentario, el occitano Christophe Castaner, ha pedido a Castex que evite que el recurso prospere, pero este ha respondido que no se quiere involucrar porque es cuestión de los grupos parlamentarios.

La patata caliente ha estallado en medio del partido de Macron, porque la demanda de enseñanza en catalán y otros idiomas es muy real.

En la fotografía principal, el presidente Emmanuel Macron y el presidente de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand | EFE