El panorama de las portadas de hoy, vistas una al lado de la otra (una sobre otra, para ser exactos), no es muy halagüeño para el jueves que viene, día en que los ministerios de Sanidad y Educación celebrarán una conferencia sectorial conjunta para tratar con las comunidades autónomas el regreso a la escuela. La reunión se celebrará en medio del temor, la incertidumbre y la perplejidad entre familias, profesores y el resto de la sociedad, sorprendidos por la expansión de la Covid-19 y la indefinición de los procedimientos y circunstancias del retorno a la actividad escolar en algunas comunidades.

Las autoridades decidirán sobre una batería de medidas (pruebas y seguimiento de casos, confinamientos, restricciones a la movilidad, más recursos económicos y humanos...) para conseguir que la educación de una generación no quede seriamente tocada.

Da la impresión que los gobiernos siguen sin tener muy claro qué hacer para contener la pandemia y en dos semanas arranca el curso escolar —si es que arranca. La situación no solo implica a los estudiantes, sino a los padres —que deben trabajar— y a los maestros —que se encargan de la cosa en concreto. Las portadas madrileñas son para echarse a llorar. La Razón y ABC van a su bola, con el globo de aire caliente fabricado sobre las finanzas de Podemos. El País dispara contra la comunidad de Madrid con las balas del gobierno central, mientras que El Mundo, al contrario, dice que el gobierno central ha abandonado las autonomías: se lava las manos, ignora el drama y no hace nada.

Alguna cosa hay de todo eso: entre que los gobiernos acaban de volver de vacaciones y que las competencias sobre el inicio de curso son de los gobiernos autonómicos... pues... claro. Sería una sorpresa colosal —un milagro, vaya— que las autoridades, a su regreso de un mes de vacaciones, encontraran sobre las mesas de sus despachos un plan completo de inicio del curso escolar en caso de pandemia. Eso: para echarse a llorar.

Las portadas de la prensa de Barcelona son otra cosa. Dicen que el Govern de la Generalitat tiene un plan para el inicio de curso —o algo que se le parece. No se puede saber qué eficacia tendrán las medidas que anuncian las primeras páginas de los diarios de Barcelona, pero al menos se conoce que se han tomado algunas decisiones y determinaciones, cosa de la que se puede deducir que alguien ha pensado un rato y, en fin, que el Govern mantiene una actividad que tiene pinta de gobernación. Mucha gente calificará de buena noticia saber que hay alguien al volante. En realidad no debería sorprender a nadie… pero aquí es noticia de portada.

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