Sin sentencia firme para Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sànchez yJordi Cuixart —están en prisión preventiva—, el gobierno español ha vuelto a poner la directa y ha vuelto a emitir una opinión que no se fundamenta en ninguna sentencia dictada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que, según apuntan algunas informaciones, prevé inhabilitar a los líderes independentistas en marzo.

Después de que el ministro de Justicia, Rafael Catalá, saliera esta mañana a dar por hecho que se inhabilitará a los presos políticos y toda la cúpula del procés, ha salido el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, a decir la suya en una entrevista a RNE, donde ha descartado "absolutamente" que Mariano Rajoy tenga ninguna intención de negociar un indulto o una reducción de pena para todos los implicados en el procés.

De la Serna ha negado también que la Moncloa tenga ningún plan, como se podía leer en uno de los mensajes filtrados que el president en funciones, Carles Puigdemont, envió a Toni Comín, y ha querido dejar bien claro que si en algo trabaja Rajoy es en "la defensa de la soberanía nacional, la unidad de España y el cumplimiento de la legalidad".

Lamentándose de que a Puigdemont "le importe muy poco lo que pase en Catalunya y el daño que se está creando", el ministro de Fomento ha tildado de "ridículo monumental" y de "cúmulo de disparates" los mensajes de Puigdemont, y le ha reprochado que "siempre va a la suya" porque considera que "toma decisiones personales sin entender la trascendencia de lo que hace".