A diez minutos de las doce del mediodía, el president Quim Torra, el vicepresident Pere Aragonès y la consellera Meritxell Budó han accedido al Tribunal Supremo. Lo han hecho por la puerta principal, reservada para autoridades y jueces, recibidos por el jefe de protocolo de la casa. Han ido al alto tribunal como público, a ser espectadores de la vista que puede confirmar la inhabilitación del president de la Generalitat por colgar una pancarta en favor de los presos en la fachada del Palau. En un tuit unas pocas horas antes, el mismo president se ha defendido de la persecución judicial: "Pues sí: libertad presos políticos y exiliados". El mensaje iba acompañado de una imagen del balcón con el cartel vetado.

Hoy el president Quim Torra se enfrenta a la vista del recurso de casación contra su inhabilitación. Hoy los partidos independentistas se han plantado en Madrid y han intentado dejar a un lado las diferencias y reproches entre ellos, con más o menos éxito. Las diferentes estrategias para hacer frente a la posible inhabilitación del president de la Generalitat han sacado la cabeza, pero todos ellos han coincidido en expresar su apoyo a Torra. Se han acercado representantes de todos los partidos, desde ERC y JxCat hasta la CUP y el PDeCAT, pasando por Demòcrates o EH Bildu. También han estado entidades como la ANC y Òmnium Cultural.

Desde las mismas puertas del Tribunal Supremo, Gabriel Rufián ha denunciado lo que considera "un día más de vergüenza para la justicia y la democracia española". El jefe de filas de ERC en el Congreso ha enviado un aviso a navegantes: "Quien calle frente a lo que está pasando se equivoca. Hoy se vuelve a atentar contra un independentista, pero mañana puede ser un periodista, un sindicalista o una feminista". Lo ha descrito como "guerra judicial" declarada por los tribunales. Sobre la respuesta a la probable inhabilitación, ha pedido unidad para acordar elecciones.

 

Por su parte, Laura Borràs ha denunciado "el atropello más grave que se ha vivido en la Europa occidental". Ha asegurado que, en este caso también, "la justicia puede acabar pasando por encima de la democracia" y que es "insostenible en términos de higiene democrática". La portavoz de JxCat en el Congreso ha recordado que "con sentencias, inhabilitaciones, prisión y exilio no se soluciona" el conflicto, sino que hace falta "voluntad política". Ha aparcado el debate sobre la respuesta, asegurando que las elecciones las tiene que convocar el president de la Generalitat, no el Tribunal Supremo.

 

También se ha acercado Albert Botran, que ha cargado contra "el abuso de poder de las instituciones españolas". El diputado cupero ha constatado que "el motivo de fondo no es la pancarta, sino eliminar a un enemigo político". Ha recordado como los últimos tres presidentes de la Generalitat han sido víctimas de una "persecución política", y que "no son los únicos" en la historia. Ha contrapuesto este hecho con la pasividad ante las manifestaciones fascistas delante de Blanquerna.
 

 

En nombre de Òmnium Cultural, Marcel Mauri ha recordado que este mismo tribunal envió a Jordi Cuixart a prisión de forma injusta. "Si este tribunal quiere dejar de hacer el ridículo internacional y despreciar la misma justicia, tendría que cerrar este caso y no condenar al president Torra por el solo hecho de haber colgado una pancarta", ha asegurado el vicepresidente de Òmnium. Ha recordado cómo el Grupo de Detenciones Arbitrarias de la ONU ha ratificado la existencia de presos políticos en España. Y ha concluido: "No normalizaremos que otro president de la Generalitat, y en este caso en ejercicio del cargo, sea inhabilitado".