La misma imagen que hace siete años pero sin poder entrar. Con motivo de la Diada, convocados por partidos como Falange o Democracia Nacional, un centenar largo de ultras se han concentrado este viernes ante el Centro Cultural Blanquerna, sede de la Generalitat en Madrid. Delante de la librería, en la calle Alcalá de Madrid, han reclamado la absolución de sus militantes que la asaltaron en el 2013. Algunos de ellos, que todavía no han entrado en la prisión a pesar de la sentencia firme, han estado presentes en la concentración y dos han tomado la palabra.

Si no han podido acceder es porque la librería ha decidido cerrar sus puertas mucho antes del horario habitual, a las siete de la tarde, una hora antes de la concentración ultra. Desde aquel momento una docena de agentes de la Policía Nacional española han custodiado la entrada, con cuatro furgonetas de antidisturbios de refuerzo en los alrededores. La policía no ha hecho mantener las distancias y medidas de seguridad. Exaltación neofascista en pleno centro de Madrid.

Durante el acto, se han escuchado continuas proclamas a la unidad de España y "gloria eterna a los héroes de Blanquerna. No había ninguna bandera constitucional. En cambio, sí que había falangistas de todo tipo, de Democracia Nacional y la bandera española con el águila. Las formaciones a las cuales pertenecen los asaltantes. Dos pancartas: Blanquerna absolución y Blanquerna Style.

Pedro Chaparro, presidente de Democracia Nacional y uno de los 14 condenados por el asalto, ha tomado la palabra para reivindicar lo que hicieron aquel día. "España está harta de gente deshonrosa, de traidores. Nosotros representamos el sentir de un pueblo que fue grande a lo largo de su historia", ha defendido Chaparro, que también ha sido condenado a un año de prisión por haber amenazado al fotoperiodista Jordi Borràs durante una manifestación del día de la Hispanidad del año 2015 en Barcelona.

También ha intervenido a Manuel Andrino, jefe nacional de Falange y condenado para el asalto, que ha hablado en términos guerracivilistas de "derramar sangre de los enemigos como ya hicimos el año 36". Ha denunciado cómo, en lugar de "encerrar a los independentistas en una isla como Perejil", el Gobierno "los premia con una mesa de diálogo". Los asaltantes de Blanquerna, ha dicho, hicieron el que tendría que hacer cualquier buen español ante la presencia de "toda esta basura separatista".

Se ha producido un incidente cuando un militante antifascista se ha acercado y ha intentado boicotear el acto. Pero rápidamente ha sido interceptado por una veintena de personas, entre ultras y policías, que lo han agredido. Los agentes se lo han acabado llevando. Dos españolistas han sido detenidos.

El acto ha acabado con "arriba España" y brazos alzados, justo antes de poner el himno de España y pedir a los concentrados que se afilen a partidos "patriotas".

Pendientes de entrar en prisión

De aquellos hechos ya han pasado siete años, y ha habido cuatro pronunciamientos judiciales, pero los ultras implicados no han pasado ni una sola noche en la prisión. Después de que el Tribunal Constitucional obligara al Tribunal Supremo a volver a redactar la sentencia, la condena definitiva llegó el pasado 23 de julio. La supresión del agravante por discriminación ideológica, a instancias del TC, supuso una rebaja considerable de las penas: ahora van de los dos años y siete meses a los dos años y nueve meses de prisión. El recorrido judicial español ya ha llegado a su fin.

Ya han pasado 50 días desde el último y definitivo pronunciamiento del Tribunal Supremo. Aun así, según confirman fuentes de Instituciones Penitenciarias a ElNacional.cat, ninguno de ellos ha pisado todavía la prisión. Desde Interior subrayan que ahora todo está en manos del tribunal sentenciador, que no es el Tribunal Supremo, sino la Audiencia de Madrid. Fuentes del tribunal provincial explican a este diario que no ha sido hasta este pasado martes, 8 de septiembre, que el presidente de la sección 30 ha recibido las directrices para la ejecución de la pena. Pero los trámites de ingreso en la prisión están pendientes de resolución. Hasta día de hoy, no han pasado un solo día en prisión.