El primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha enviado este sábado un mensaje a ERC, con quien está intentando cerrar un acuerdo de presupuestos, que ha puesto en evidencia la distancia que todavía separa al PSC del Govern. Todo, después de que en las últimas semanas desde el Palau de la Generalitat se haya desplegado una estrategia de presión para hacer ver que el acuerdo era inminente.

Ante lo que interpreta como insinuaciones por parte del Govern sobre una posible retirada del apoyo a los socialistas en el Congreso de los Diputados, Illa ha manifestado este sábado que el PSC no cederá delante de aquello que leen como amenazas. "Oyendo ciertos comentarios, es bien cierto que algunas veces la amenaza es la manifestación más patente de la impotencia", ha afirmado Illa. A pesar de la advertencia y de denunciar la "intransigencia" del Govern, el socialista ha subrayado que el PSC continúa con la mano tendida: "Mantenemos nuestro ofrecimiento".

El líder socialista ha mostrado la clara voluntad de seguir negociando: "El PSC no cierra ninguna puerta, el PSC abre puertas, el PSC no rompe ningún puente, el PSC construye puentes, pero el PSC no es una caña frágil que se inclina según donde sopla el viento, es un partido sólido y no hablamos por hablar". Illa ha criticado el serial de los presupuestos, que hace meses que se alarga, y ha dicho que "conviene menos ruido, más seriedad y más trabajo," momento en que el auditorio que lo escuchaba ha reaccionado con aplausos.

"No hemos venido a aguantar el paraguas a nadie"

Illa ha reivindicado, en el consejo nacional, que su partido es el de "la política útil, por Catalunya, España y Europa" y ha remarcado que "no hemos venido a aguantar el paraguas a nadie, sino a construir una alternativa a un Govern que ha colapsado y no funciona". A pesar de las críticas, el socialista ha subrayado que no se levantarán de ninguna mesa porque siempre buscarán el consenso a través del diálogo. El objetivo, ha dicho, es servir a la "Catalunya entera", un lema tomado de los republicanos, pero que el socialista también se ha hecho suyo este sábado.

Los socialistas ponen de manifiesto que se sienten maltratados por el Govern y censuran la actitud de los de Pere Aragonès. "Tenemos como divisa el respeto, lo ofrecemos y lo pedimos, entendemos que no pueda gustar nuestro ofrecimiento presupuestario, pero si no gusta, el presidente tiene que buscar apoyo de otros grupos parlamentarios, es él que tiene la obligación". A estas alturas, las demandas del PSC con respecto a megaproyectos como el Hard Rock o la B-40 suponen un escollo en la negociación.

Illa ha negado que las demandas del PSC sean "un todo o nada". Para el socialista, las condiciones fijadas representan "una propuesta de mínimos: el mínimo que necesita Catalunya para generar prosperidad y proteger la ciudadanía", dos de los ejes que ha dicho que su partido se ha fijado como objetivo "para volver a poner Catalunya en marcha". El líder del PSC también ha elogiado la figura de Pedro Sánchez y su papel en Davos, y también la cumbre hispanofrancesa que, según ha dicho, ha vuelto a poner Barcelona en primer plano. Illa se reunió con Sánchez después de la cumbre