El Govern de Salvador Illa ha invoca la herencia de los tripartitos de Pasqual Maragall y José Montilla para presentar el nuevo Pla de Barris i Viles de Catalunya. El ejecutivo ha reunido a una cincuentena de alcaldes y entidades municipalistas en el Auditorio Eduard Toldrà de Vilanova i la Geltrú, inaugurado el 2011, fruto de los primeros planes impulsados por los tripartitos socialistas entre el 2004 y en el 2010, y les ha explicado que su nuevo Pla tendrá una aportación de 1.000 millones entre el 2025 y el 2029 y se incrementarán hasta los 1.600 con la aportación de los ayuntamientos. Cuestión aparte, es el futuro de esta financiación en caso de que el Govern siga sin conseguir aprobar presupuestos, aunque desde el ejecutivo se asegura de que el primer año está cubierto.
Illa ha explicado que este Plan, que arrancará el mes de julio y se empezará a materializar a partir del 1 de enero del próximo año, demuestra que el ejecutivo cumple sus compromisos, dado que el PSC se comprometió a esta inversión cuando se presentó a las elecciones y lo pactó con ERC y Comuns para la investidura. "Cumplir es importante, porque la credibilidad es esencial," ha asegurado el president, que ha recordado que el Pla de barris es uno de los proyectos más importantes de esta legislatura y que así lo demuestra el hecho que a la primera reunión de Govern ya se designó al comisionado, Carles Martí Jufresa.
200 millones al año
El Pla, que se dirige a áreas de atención especial, con dificultades, vulnerables o con construcciones deficientes, tendrá cinco convocatorias seguidas, con un plazo de cinco años para ejecutar cada uno de los proyectos, y con una dotación de 200 millones por convocatoria. Eso comporta entre 1500 y 1700 millones movilizados, teniendo en cuenta el dinero que tendrían que movilizar los consistorios.
El Govern calcula que cada año podrá impulsar entre 20 y 25 proyectos. Cada ayuntamiento podrá presentar un proyecto en cada convocatoria -excepto aquellos proyectos que comporten un área a caballo entre dos municipios, lo cual permitirá una propuesta compartida y una propuesta del municipio.
Renta por debajo de la media
Para poder acogerse al plan, es imprescindible que la media de renta del área afectada esté por debajo de la media de renta de Catalunya (que actualmente está situado en 15.000 euros).
La cooperación institucional será una de las cuestiones clave de este plan, según destacan sus responsables. La Generalitat cubrirá hasta el 50% de cofinanciamiento del proyecto en municipios de hasta 50.000 habitantes e irá subiendo este porcentaje hasta llegar al 75% del cofinanciamiento para los municipios de menos de 5.000 habitantes. Cada ayuntamiento se tendrá que hacer responsable de la ejecución de la obra y los fondos que tienen que aportar el municipio pueden provenir del PUOSC (Pla Únic d'Obres i Serveis de Catalunya).
Los proyectos que se quieran acoger en el Plan no pueden superar los 25 millones de euros en el caso de los municipios de más de 20.000 habitantes ni ser inferior a 6 millones de euros. Con respecto a los municipios de menos de 20.000 habitantes, los proyectos tienen que cifrarse entre 12,5 millones y 3 millones de euros.
El Govern prevé que las actuaciones tienen que ser integrales, por lo cual, el plan tiene que comportar una transformación física del área que incluya, con una transición ecológica, y con una "acción sociocomunitaria", porque el objetivo es no solo trabajo con los entornos sino también "para las personas". "No hay recuperación de un barrio si no hay tejido social, compromiso, orgullo de barrio... se trata mejorar condiciones vida, pero sobre la base comunidad", argumentan fuentes del gobierno.