Pablo Iglesias no facilitará ni por activa ni por pasiva un gobierno en minoría de Mariano Rajoy. Ahora bien, el secretario general de Podemos se sigue erigiendo como el plan B del PSOE, si estos mantienen el 'no' a la investidura del líder del Partido Popular. Tras la reunión con el presidente en funciones, Iglesias ha indicado que sólo existían tres alternativas para Pedro Sánchez: facilitar una abstención al ejecutivo popular, "mirar a la izquierda" si el primero fracasa, o unas nuevas elecciones. La formación morada mantendrá la oferta en un segundo plano, hasta que Ferraz se pronuncie. Si este cede ante Rajoy, el podemita piensa tomar el relevo como líder moral de la oposición.

"No es compatible una cosa y la contraria" ha dicho Iglesias en alusión a la postura de los socialistas de no mojarse y evitar al mismo tiempo nuevas elecciones. El secretario general de Podemos ha puesto el dedo en la llaga de la guerra de barones que hay en el PSOE, entre aquellos que quieren que Sánchez se postule como presidente y aquellos que no. A juicio de Iglesias, Sánchez lo debería intentar si el gallego fracasa: "Nos gustaría que mirara a su izquierda. Por el momento no hemos escuchado ninguna oferta, pero los números salen" ha afirmado.

Esta opción debería pasar con apoyo de los independentistas ERC y Partido Demócrata Catalán, después de que C 's se cerrara a apoyar el tándem PSOE-Podemos. La posibilidad de que se llegue a este escenario parece también bloqueada, como consecuencia de que el comité federal apoyara que Sánchez lidere la oposición, por encima de cualquier circunstancia.

Iglesias ha sabido aprovechar las voces de los ex dirigentes socialistas como Felipe González o Josep Borrell, para dejar en evidencia la existencia de una parte del PSOE que sí quiere facilitar el escenario a Rajoy. "Creo que hay un debate en el PSOE" ha asegurado. El mismo debate afirma que existe en cuanto al entendimiento con Podemos, afirmando que algunos socialistas no estarían dejando a Sánchez abrazar a "la izquierda". "Nos gustaría que nos eligiera" ha zanjado.

Así las cosas, no puede haber oposición si antes no hay gobierno y Iglesias aventura un escenario peligroso para Ferraz, en caso de que decidan dejar pasar al PP. "Alguien tendrá muy difícil explicar que hace de oposición al tiempo que les permite gobernar. Se convertiría en poco más que un socio" ha incidido el dirigente podemita. Con tal respuesta a la pregunta de El Nacional sobre cómo hará para no quedar disuelto en la oposición con el PSOE a la cabeza, esconde los temores de Podemos. La formación pasa por un escenario de reflexión, ante el miedo a perder fuerza ahora que se ha convertido en un "partido normal", como ellos mismos han definido.

Tampoco ha habido espacio para la autocrítica en las palabras del cabeza de lista de Unidos Podemos. La alcaldesa Manuela Carmena, de Ahora Madrid, aseguró en una entrevista en El País que la izquierda había transmitido una imagen de poca flexibilidad durante las pasadas negociaciones de investidura. Iglesias ha asegurado que estaba orgulloso de contar con ella liderando una alcaldía con concejales de su signo político, pero se reafirma en que sí habrían sido flexibles.

La reunión con Rajoy ha sido cordial y el popular le habría ratificado la voluntad de presentarse a la investidura a finales de julio-principios de agosto. Iglesias ha visto el presidente en funciones confiado en que prospere su gobierno, a pesar de que no sea de la preferencia de este último. Durante el encuentro de una hora ha habido espacio para las bromas de carácter intelectual, así como también se habría abordado la cuestión del Brexit, la reunión con Obama o el techo de déficit. "Habría que aplicar políticas expansivas" le ha trasladado Iglesias.

Parece que Podemos es en estos momentos la preocupación menor para un Rajoy que espera a saber si C 's se abstiene para que prospere su gobierno en minoría. Eso, a pesar de Iglesias haya llegado 13 minutos tarde al encuentro con el jefe del Gobierno. Pero el gallego es de un talante "tranquilo" como ha bromeado su interlocutor.