Los escándalos de la casa real cada vez son más. La semana pasada, desde los Emiratos Árabes, Juan Carlos I procedió a una segunda regularización fiscal, pagando 4,4 millones de euros previamente defraudados a la Agencia Tributaria. Ayer se conocía otro escándalo, que amplía el círculo: sus hijas, las infantas Cristina y Elena, "aprovecharon" una visita a su padre, en la dictadura árabe, para vacunarse antes de tiempo, según reveló El Confidencial. Todo esto no pasa desapercibido para el socio pequeño de La Moncloa, Unidas Podemos, que impugna la institución monárquica. Hoy ha sido el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, quien ha visto más claro que nunca que se abre paso un "horizonte republicano" entre tanta corrupción real. Mientras tanto, los socialistas se ponen de perfil.

En una intervención en abierto durante la reunión del grupo The Left en el Parlamento Europeo, el líder de Podemos ha insistido en que "en la sociedad española existe un debate sobre la utilidad de la monarquía, que va creciendo cada vez que desde la misma Casa Real ofrecen nuevos escándalos que producen una nueva indignación en una parte importantísima de nuestra sociedad." En este punto, delante de sus compañeros europeos, Iglesias ha sostenido que "la sociedad española no acepta que miembros de la casa real se vacunen en Abu Dhabi cuando muchos ciudadanos españoles están disciplinadamente en la cola para cuando tengan disponibilidad de vacunas".

Al escándalo de las vacunas ha sumado los "casos de presunta corrupción que afectan al anterior jefe del Estado", que "empujan este debate en una dirección que para nosotros es buena, una dirección de horizonte republicano". El vicepresidente segundo del Gobierno ha defendido que España, tanto a nivel económico como de respeto de las identidades y a la plurinacionalidad, "será mejor cuando tenga una República". Ha prometido trabajar en esta dirección, "aunque moleste a determinados poderes mediáticos o a sectores del Estado profundo que tienen dificultades para aceptar los resultados de la democracia".

Gobierno de coalición, "terreno de combate"

El secretario general de Podemos también ha hecho referencia a las tensiones y disputas entre los dos socios del Gobierno. En este sentido, ha insistido en "normalizar" las discrepancias en un ejecutivo de coalición. "Los gobiernos también son un terreno de combate político. Claro que el PSOE y nosotros representamos intereses diferentes", ha asegurado. Con respecto a la regulación de los alquileres, que el PSOE se niega a cumplir, ha subrayado que "no pedimos nada diferente a lo que firmamos el presidente y yo". Ha visto normal que "todo el peso de la patronal inmobiliaria se esté expresando a través de algunos medios", pero ha garantizado que "lo llevaremos hasta el final y ganaremos esta batalla".