El vicepresidente segundo español, Pablo Iglesias, ha considerado "inaceptable en una democracia" que se espiara al presidente del Parlament, Roger Torrent, y otros dirigentes independentistas catalanes infectándoles el teléfono móvil con la aplicación israelí Pegasus.
En declaraciones en el diario The Guardian, que destapó el caso conjuntamente con El País, Iglesias ha asegurado que se trata de un asunto político "además de obviamente judicial" y ha apostado por investigar el caso en comisión parlamentaria. "No se puede permitir que eso sea parte del presente; tiene que quedar relegado al pasado", ha añadido.
Roger Torrent y Ernest Maragall durante la comparecencia después de la revelación del espionaje | Marc Puig
Iglesias opina que los líderes independentistas afectados "fueron espiados por sus responsabilidades políticas". Por eso, ha insistido en hacer un llamamiento a investigarlo y ha dicho tener "plena confianza en el Ministerio del Interior y las fuerzas de seguridad". "Obviamente, estamos muy preocupados por lo que sabemos hasta ahora sobre estos programas espías y el asunto se tiene que investigar a fin de que podamos librarnos de una vez", ha concluido.
El grupo parlamentario de Unidas Podemos ya firmó conjuntamente con ERC, JxCat, la CUP, el PNV, EH Bildu, el BNG, Más País y Compromís una declaración conjunta para denunciar el presunto espionaje. Por otra parte, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, aseguró que si había habido algún "transgresor" de la ley se tendría que investigar.
Acciones legales
Esta mañana, tanto Torrent como el líder de ERC y diputado en el Parlament, Ernest Maragall, han anunciado que emprenderán acciones legales. Concretamente, se querellarán contra lo que fue director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, por el espionaje contra ellos a través del hackeo de sus teléfonos móviles. La querella que pondrán a los dos líderes de ERC será por intrusión no autorizada y espionaje y escuchas ilegales.