El PSC fue una pieza clave para que el Gobierno, especialmente el PSOE, accediera a incluir el delito de sedición dentro de las modificaciones legislativas que impulsará este año la Moncloa. Según explica este sábado El Independentiente, el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, habló directamente con la vicepresidenta española, Carmen Calvo, para presionarla para reformular el delito antes de que empezara la carrera electoral a Catalunya.

Aunque Unidas Podemos, el socio de gobierno, también apostaba por la reforma de la sedición, el PSOE era más reticente. Por eso, Iceta, según el rotativo, intervino dentro de su propio partido para allanar su camino en el Parlamento de Catalunya y abrir la puerta en el voto a favor de ERC a los Presupuestos Generales del Estado con este gesto.

Ahora, se prevé que la reforma se incluya dentro de un paquete global con otras reformas del Código Penal ya confirmadas por el Gobierno, como los delitos referidos a la libertad sexual o la nueva Ley de Memoria Democrática. Formaría parte del Plan Normativo Anual 2020 y eso supondría que se aprobara antes de que acabe el año. Según fuentes del ejecutivo, ahora mismo está sobre la mesa introducir un subtipo en la actual redacción del delito de sedición que atenuaría las condenas en los casos que el "alzamiento" no fuera violento. Eso haría que la condena de los presos políticos se redujera a unos cuatro años.

La idea del ejecutivo es mantener intacto la norma en casos más graves que impliquen el uso de armas, en las que las penas podrían llegar a ser de entre 10 y 15 años de prisión.

Una vez aprobada la reforma, esta sería de aplicación retroactiva, ya que favorece los que han sido condenados por este delito, lo cual implicaría una reducción automática de la pena de los presos políticos. Además, en el supuesto de que los exiliados fueran extraditados para ser juzgados, también se podrían beneficiar de la reforma.